Ante las dificultades ocasionadas por el clima, los empresarios de la zona tuvieron que movilizar sus ejemplares a regiones con oferta de pastos suficientes. Sin embargo, claman un lugar en el que pueda adquirir insumos a buen precio mientras la situación mejora.   La región de la Mojana quedó seriamente afectada por cuenta de las fuertes lluvias que se presentaron entre los meses de abril y mayo en la región andina. Los ríos Cauca y Magdalena tuvieron una crecida inusual, ocasionando el aumento del cauce del río San Jorge, perjudicando las explotaciones pecuarias.   Los productores, previendo el riesgo en el que se encontraban sus semovientes, apelaron por movilizarlos a zonas con pasto y en mejores condiciones para garantizar su estado de salud. Haber tomado esa determinación tiene un costo por cabeza de bovino de hasta $20 mil, por lo que mantener a los semovientes es cada vez más costoso. (Lea: Inundaciones aún tienen afectados a ganaderos en Sucre)   Enrique Martínez Alemán, presidente del Comité de Ganaderos de La Mojana, Cogamojana, indicó que durante el ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa se tenían previstos vacunar al menos 230 mil animales, pero por cuenta de las lluvias e inundaciones en las ciénagas y crecimiento de los bajos, fueron trasladados poco más de 30 mil bovinos hacia municipios como Sincé o Galeras.   El dirigente confirmó que actualmente hay muchos animales que se quedaron sin alimento, por lo que actualmente ha sido necesaria la compra de silo; a eso se le suman la aparición de enfermedades como la anemia por falta de comida.   “Estamos haciendo la petición al Gobierno para que nos reactiven las bodegas de alimentos, allí podríamos adquirir sales mineralizadas, mezclagán y otros insumos que permiten mitigar la situación que se vive en la mojana sucreña”, argumentó. (Lea: Las lluvias se ensañan con la ganadería en Sucre)   En tanto, Juan Carlos Surmay, ganadero de la zona, explicó que el fenómeno que se presentó en Sucre se debía a las grandes cantidades de agua que ingresaron a la ciénaga de Ayapel producto de la creciente de los ríos Cauca y Magdalena, lo cual perjudicó parte del bajo San Jorge.   Lamentó que no se hubieran hecho las reparaciones pertinentes en las ciénagas, por lo que es un fenómeno que si no se corrige pronto, generará nuevas inundaciones.   “Afortunadamente la carretera de San Marcos a Majagual nos tiene vivos, porque en 2010 la situación estuvo bien complicada. Lo preocupante es que actualmente no ha habido suficiente alimento para el ganado, por lo que el panorama es adverso”, remató. (Columna: Noticias desde la Mojana IV)   Martínez Alemán recordó que como el pasto quedó ahogado y es pertinente esperar hasta 4 meses para que retoñe nuevamente, pero para lograrlo es necesario sacar el ganado. Ese proceso implica buscar una finca en buen estado en la sabana, que tenga pasto e incrementar los costos.