En diálogo con CONtexto ganadero, el representante Raúl Ochoa abordó temas cruciales como la seguridad rural, las dificultades climáticas y la necesidad de apoyo gubernamental.
La inseguridad rural, un temor constante
Santa Ana, conocido por su tradición en la ganadería de doble propósito y, en menor medida, la ceba de ganado, enfrenta una de sus mayores preocupaciones: la inseguridad rural. Según Ochoa Arrieta, aunque los robos de ganado han disminuido en visibilidad, persisten como un problema latente que afecta significativamente a los ganaderos.
"Los robos de ganado siguen siendo de gran preocupación porque esta es una actividad que requiere mucho sacrificio y esfuerzo. Las bandas delincuenciales aprovechan cualquier descuido para robar tres, cuatro o cinco animales, lo que representa una pérdida significativa para el gremio", expresó.
Pese a ello, destacó el respaldo de algunas entidades y de Fedegán a través de las brigadas ganaderas, que ofrecen apoyo incondicional ante cualquier eventualidad.
El impacto del clima y la necesidad de apoyo en alimentación
El clima es otro factor que complica la labor ganadera en Santa Ana. Octubre, un mes usualmente lluvioso, resultó ser casi seco este año. Aunque las lluvias de noviembre compensaron parcialmente, Ochoa Arrieta anticipa un verano prolongado que podría extenderse hasta abril o mayo.
"Necesitamos el apoyo del Gobierno en temas de suplementación y alimentos para el ganado. Antes, con el apoyo de Agrosavia, se entregaban de 25 a 30 toneladas de silo de maíz a pequeños productores, lo que aliviaba las temporadas críticas. Sin embargo, actualmente no hay convenio con el Gobierno Nacional y hemos perdido esa ayuda vital", lamentó.
Una invitación al Gobierno para mirar al campo
Ochoa Arrieta recordó que, cuando estaban vigentes los convenios con Agrosavia, esta ayuda llegaba a quienes más lo necesitaban en Santa Ana, un municipio mayoritariamente compuesto por pequeños productores agropecuarios.
El representante de los ganaderos hizo un llamado al Gobierno Nacional para que atienda las necesidades del sector rural, especialmente en temas de seguridad y en las temporadas críticas como el verano.
"La invitación es para el Gobierno, para que mire al campo, donde hay muchas necesidades. Comenzando por la seguridad y, en épocas críticas como el verano que se avecina, necesitamos aún más la presencia del Estado", concluyó.
Este testimonio refleja las demandas de los ganaderos de Santa Ana y resalta la importancia de que las instituciones fortalezcan su apoyo a este sector clave para la economía y el bienestar de las comunidades rurales.