Muchas zonas del país que están teniendo dificultades con el cambio climático porque el verano los está dejando sin alimentos y sin fuente hídricas. En Norte de Santander los productores creen que aprender haciendo comida es la única forma que tienen para superar estas temporadas.
Los trabajadores pecuarios de Norte de Santander están atravesando por una temporada difícil de sequias, lo cual ha generado que no haya comida en la región y que los costos de producción aumenten notablemente por la necesidad de comprar silos de maíz y heno. Ante esta situación, pocos son los que se han preparado con almacenamiento de comidas, por lo que piden que se les enseñe a comenzar con la cultura de la creación y preparación de alimentos. (Lea: Verano tiene preocupados a los ganaderos de Norte de Santander)
Durante los últimos meses, en Norte de Santander no han tenido ningún indicio de precipitaciones en el campo, pues los milímetros que han caído han sido muy pocos y no han alcanzado a mojar las tierras.
Por esta razón, los productores han tenido problemas con el desarrollo y crecimiento de sus pasturas, por lo cual no tienen el alimento suficiente para brindarles a sus animales, generando pérdidas en la productividad.
José Helí Soto González, presidente del Comité de Ganaderos del Norte de Santander, Coganor, indica que los trabajadores del campo de la región se encuentran preocupados ante la falta de comida.
“Estamos teniendo una sequía bastante prolongada, pues en el mes de agosto no se han presentado precipitaciones, entonces en las fincas han caído alrededor de 1 o 5 milímetros”, afirma Soto González. (Lea: Ganaderos de Norte de Santander conversan sobre cambio climático)
Para esta temporada, pocos fueron los ganaderos que se prepararon con la reserva de alimentos como los silos de maíz o henos, pues las épocas anteriores no han dejado mucho tiempo para implementar esta práctica, porque el suelo no se ha podido recuperar bien en algunas zonas del departamento.
Sin embargo, con las pocas personas que produjeron comida y que la están comercializando, no está siendo suficiente para abastecer a toda la población agrícola y ganadera de Norte de Santander.
“Por falta de comida nos ha tocado trabajar con suplementos como la harina de arroz y el palmiste que están siendo más costosos, porque esta es una de las pocas opciones que tenemos para afrontar esta situación en la zona”, asegura Soto González.
Ante esta dificultad, los productores han analizado que la entrega de comida por parte de las autoridades nacionales es una alternativa pero también implica costos y no todos son los beneficiados, por lo que creen que lo más conveniente es que se les enseñe e inculque acerca de la cultura del almacenamiento de comida.
“Nosotros no queremos acostumbrarnos a que nos den, por lo que lo más conveniente sería que implementáramos una cultura ganadera, donde se enseñe haciendo y así podamos aplicar cada temporada los conocimientos y tener reserva de comida para las épocas de sequía”, concluye Soto González. (Lea: Verano no termina y azota a los ganaderos de Norte de Santander)