La situación en el departamento es tan complicada que incluso los productores que tuvieron la previsión de almacenar comida y agua para los ganados se quedaron sin esas reservas. Sebastián Alcalá, propietario de la finca Pivijay, ubicada en el corregimiento Tigreras de Riohacha, afirmó que los ganaderos se prepararon para un verano intenso, sin saber que se trataría de una temporada tan larga y difícil. “Lo poco que pudimos hacer para sobrevivir a este verano ya se acabó. Por el tiempo que ha durado, yo podría decir que el calor nos está matando. No tenemos alimento y el agua escasea totalmente”, indicó. (Lea: Ganaderos de La Guajira están a punto de desistir de la actividad) Añadió que los ríos, las quebradas y los jagüeyes se han secado completamente. Incluso los niveles de los pozos profundos han disminuido y ya no se obtiene la misma cantidad de agua. Esto significa que la producción de alimento será más difícil. Escuche cómo se preparó el ganadero de Riohacha
Según el productor, las altas temperaturas y los vientos también impiden el crecimiento de los pastos. Por un lado, ya se registraron más de 40ºC y 36ºC a la sombra, y por el otro, las brisas cálidas que oscilan entre los 30 y 40 km/h secan la poca agua que pueden recibir las plantas. (Lea: Radiografía de La Guajira: la ganadería podría desaparecer) Para prepararse, el ganadero sembró cultivos de sorgo y de maíz, preparó silos que almacenó y adquirió silos, previendo que llegaría una época más crítica. Cuando el alimento comenzó a faltar, se vio obligado a comprar gallinaza, aun cuando sabía que no podía dársela a su ganado. “El silo me alcanzó más o menos para 6 meses, dando raciones para más de 200 animales. Pero nunca pensé que el verano iba a ser tan intenso. Actualmente, le estoy dando un producto que es a base del bagazo del mango, que lo venden a $140 mil la tonelada en Barranquilla”, dijo. De acuerdo con los datos más recientes del Ciclo de Vacunación, de las 64 mil cabezas que había en Riohacha, hoy solo quedarían alrededor de 20 mil. Y de acuerdo con Alcalá, el número podría reducirse a 10 mil para el siguiente. (Reportaje: Es hora de recuperar a La Guajira) Josefa Robles, propietaria de la finca Chinay, ubicada en el kilómetro 17 vía La Mina-Puerto Bolívar, cerca de Uribia, aseguró que a diferencia de muchos dueños de ganado, que lo tienen como una actividad adicional, ella es una productora dedicada 100% al negocio. “Tengo pasto de corte, compré alimento, y sin embargo este verano nos ha dado muy fuerte. Yo tenía un inventario de cerca de 2.000 bovinos y en estos momentos me quedan menos de 1.000. He tenido que vender mucho para otras partes del país”, contó. Según la ganadera, en la región ya completan 4 años sin un régimen de lluvias, pues en 2012 fue la última temporada que correspondió a un ciclo normal de precipitaciones. En los siguientes 3 años no cayó agua, algo que se sintió con especial fuerza en 2015. Yasid Pushaina Rojas, profesional en Riohacha en Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, es también ganadero y reportó que 2 de sus animales murieron a pesar de que se preparó para el verano. “Aparentemente estábamos preparados, pero se nos agotaron los recursos, se nos agotó la comida que teníamos almacenada y empezamos a sufrir por el intenso calor. No me imagino aquellos que no se prepararon, que no tuvieron cómo”, declaró. Ante la sequía que se avecinaba, el profesional sembró pasto, lo cortó y lo ensiló, además que pudo conservar el forraje con un sistema de riego que alcanza a cubrir una hectárea, de la cual obtuvo 20 toneladas de alimento. Sin embargo, necesita más hectáreas para cubrir las necesidades de sus animales, pero del pozo profundo que está en su predio ya no sale más agua. (Lea: Abandono de Gobierno también toca la ganadería en La Guajira) “Esto agarró a todo el mundo, al grande, al mediano, al pequeño, al pobre, al rico, al que está preparado, al que no lo estuvo. Este verano ha sido arrasador y nada que se acaba”, remató.