Pequeños y medianos ganaderos de Córdoba han aprendido que es mejor invertir en el mejoramiento de predios que perder animales. Sin embargo, por estos días la tarea se dificulta por las altas temperaturas y los pocos incentivos que reciben del Gobierno, según afirmaron.   Gustavo Daniel Negrete es un pequeño ganadero que tiene un predio en Tierralta, Córdoba. Sus pocos recursos económicos no le han impedido mantener sus reses en medio del que calificó como uno de los veranos más extensos en los últimos años.   De lo aprendido de los profesionales del Fondo Nacional del Ganado, FNG, sacó provecho para fabricar ensilaje en su finca y conservar agua en pozos profundos. Reiteró que los productores en la región sí se preparan para la sequía pero cada vez es más difícil el sostenimiento de los hatos y hay menos ayuda del Gobierno.   “Yo soy pequeño ganadero y hago todo con esfuerzo, pero lo hago. Siembro ensilaje de pasto de corte y tengo un pozo profundo entubado a un tanque de balde y riego”, detalló el productor. (Lea: Creación de clúster y comité lácteo, claves en ganaderías en 2015)   Agregó que en su región no se ha recibido ayuda gubernamental y espera que la suplementación llegue para quienes no tienen pasto y pueden comprar silos a bajos precios.   “El Gobierno no aporta. Sería bueno que nos ayudarán con suplementos”, subrayó.   Rafael Martínez, ganadero en el corregimiento Popayán, Canalete, Córdoba, afirmó que la “sequía los tiene bastante mal”, por la ausencia de agua en ríos y represas, más pastos quemados por los rayos solares.   Pese a ese panorama, ha comprado silo de maíz, el cual afirmó solo le alcanzará hasta febrero próximo, por lo que espera la llegada de las Bodegas Ganaderas y proyectos de inversión en la región para tener agua y pastos verdes.   “Veo que 2016 va a se un año más crítico. Hay poco pasto y no creo que el silo que tenemos alcance”, confesó Martínez. (Lea: 5 retos del sector ganadero de Córdoba en 2016)   Álvaro Padilla, ganadero en Montería, Córdoba, expuso que los productores saben que cada diciembre y enero llega el verano, y que el Caribe lo siente con más fuerza, por eso cree que los pequeños y medianos han aprendido a prepararse.   “Se siente el verano normal que se vive en el Caribe siempre, incluso el 31 de diciembre, el primero y 4 de enero lllovió. Muchos ganaderos se preparan y más con los talleres que los profesionales (FNG) hicieron en la región”, recalcó Padilla.   El empresario pecuario de Montería hace pacas de heno y silo y reconoció que las Bodegas Ganaderas del Ministerio ayudan mucho al pequeño productor, pero el sostenimiento de los predios se logra finalmente por el esfuerzo que el productor ejecuta por su cuenta.   “Los pequeños ganaderos han aprendido que cuesta más la muerte de una vaca que comprar o hacer silo. En este momento, con la sequía muchos prefieren invertir y puedo asegurar que sí nos preparamos”, anotó Padilla.