La costa Caribe, el Valle del Cauca, la Sabana de Bogotá, los Santanderes, los Llanos Orientales y Tolima son algunas de las regiones del país donde los ganaderos han vendido parte de su hato bovino para sostener sus fincas productivas tanto de leche como de ceba. Las pasturas deficientes, la ausencia de agua y las heladas son las causas principales por las que los productores comercializan reses, en varias ocasiones a precios por debajo de la oferta disponible en el mercado. (Lea: Inventario bovino de Colombia aumentó en 200 mil cabezas) Según Carlos Arturo Zambrano, profesional en Fundación, Magdalena, de Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, el inventario de bovinos ha bajado por trashumancia, muerte ante debilitamiento o adquisición de enfermedades clostridiales, pararasitarias y rabia bovina. Adicionalmente, por la decisión de vender reses de todo tipo de edad para sostener un número reducido de ellas por hectárea. “Se ha aumentado la venta de todo. No solo de machos, las hembras se venden por igual. Los ganaderos lo hacen para sostener poco ganado en las fincas y no para engordarlo porque no tiene cómo hacerlo”, describió el funcionario del FNG. Juan David Morales, profesional en Tuluá, Valle del Cauca, de Gestión Productiva y Salud Animal del FNG, aseguró que el departamento está inmerso en el verano. Entre las zonas más afectadas están Palmira y Yumbo. En esta última se han reportado 3.000 incendios forestales. En algunos corregimientos de Palmira, explicó Morales, se completan 6 meses sin lluvias, situación que no se había visto nunca antes y que provocó un racionamiento de agua. (Lea: Los 5 departamentos de Colombia con mayor número de vacas) Aunque aún no se han dado a conocer las cifras oficiales, el profesional en Tuluá señaló que el inventario se puede recudir en 8.000 cabezas por la muerte de animales y la venta de hembras de vientre y toros de ceba de forma acelerada. "Los vacunadores notaron que hay menos animales en los predios. Acá se tiene un inventario de 250 mil cabezas pero se viene reduciendo", declaró el profesional del Valle. Los ganaderos que no tienen alimento para el ganado, afirmó Morales, han vendido a $2.500 el kilo de carne a personas que llegan a las zonas rurales en camiones a ofrecer ese precio, cuando el valor justo sería 3.200 o $3.600 kilo. “Por necesidad venden a ese precio. Los ganaderos lo hacen además para descargar las fincas. El verano afecta a la lechería y al negocio en general por igual, porque los ríos están secos”, apuntó. Gustavo Adolfo Santacruz, profesional en Guachucal, Nariño, de Gestión Productiva y Salud Animal del FNG, expuso que la ola de calor que vive la región traspasa cualquier realidad y en consecuencia ha aumentado la venta de ganado gordo a un precio alto para el productor colombiano que lo saca a Ecuador. Las vacas gordas se comercializan también, mientras que las reses flacas se han retenido más por su bajo costo. “La percepción es que sí se ha incrementado la venta de ganado pero muchos retienen o aguantan todavía”, señaló el profesional en Guachucal. Justino Vargas, ganadero en Duitama, Boyacá, dijo que su predio se halla en una zona privilegiada con presencia de agua para verter a los pastos e hidratar a los semovientes. Sus vacas no padecen de bajo peso y tampoco ha tenido que reducir la carga animal. Sin embargo, adquirió un terreno en 2015 con el objetivo de aumentar su hato, lo cual no ha sido posible. “No he vendido animales. Afortunadamente, hace poco recibí 2 toneladas de silo de Fedegán y donde estoy se tiene agua, pero no he podido comprar 10 vacas que tenía pensado y ahí está el predio sin aprovecharse”, afirmó el ganadero que aseguró que de no mejorar el clima comenzará a padecer como los demás productores en la región. (Lea: En sus 6 años, 'Genética para todos' ha distribuido 32 mil pajillas) Óscar Cubillos Pedraza, economista y coordinador de la Oficina de Planeación del Fondo Nacional del Ganado, administrado por Fedegán, explicó que cuando aumenta la venta de vientres bovinos se reduce significativamente el inventario nacional animal por cuenta de la caída de nuevos nacimientos de crías. En 2014 el inventario bovino aumentó 1 % respecto del periodo anual anterior, según datos de Planeación del FNG. Fue así como Colombia pasó de tener 22 millones 399 mil 618 reses en 2013 a 22 millones 593 mil 283 al siguiente año. Cabe mencionar que la faena de hembras pasó de 44, 9 % en 2013 a 40, 7 % en 2014, lo que representó, según Cubillos Pedraza, una motivación de los ganaderos por aumentar el inventario animal en sus fincas en ese entonces.