A pesar de las acciones del Ejército y de la Policía para ejercer un mayor control en predios, vías y expendios de carne, los ganaderos aseguran que el hurto de bovinos y su posterior sacrificio en mataderos ilegales no se detiene.
“Se ha convertido en un problema terrible el micro-hurto de ganado. A las fincas de acceso fácil, llegan los cuatreros, matan 4 o 5 reses y se las llevan”, declaró un líder gremial que pidió la reserva de su nombre. (Lea: En Cesar no para el robo de bovinos y el sacrificio clandestino)
Para él, el accionar de la Fuerza Pública no ha sido suficiente porque hay muy poco personal para atender a toda la región, en municipios como Chiriguaná, Becerril, La Jagua, Curumaní, entre otros.
“Solamente hay 8 policías para 45 mil habitantes, eso es insignificante. Aquí también hay un cuerpo del Ejército con apenas unos cuarenta y pico soldados, pero no tienen cómo moverse”, sostuvo el ganadero.
Añadió que muchos compañeros suyos han pensado en abandonar el oficio pues no encuentran garantías para seguir practicando la actividad pecuaria. (Lea: Abigeato, flagelo que azota a los ganaderos de Colombia)
Explicó que los cuatreros están sacrificando en potreros y luego comercializando el producto en expendios, o a veces en la calle, a pesar de la entrada en vigencia del Decreto 1500 de 2007, que regula las plantas de beneficio animal del país.
De acuerdo con un artículo de Franklin Durán Escalona, zootecnista especialista en Ciencias Ambientales, el 100% de las plantas de beneficio en Cesar presentaron su Plan Gradual de Cumplimiento como lo establecía la resolución 2007018119 del 23 de agosto de 2007.
En 2008, la Gobernación del Cesar presentó su Plan de Racionalización donde se consideró que solo se requerían 3 establecimientos para atender a todo el departamento. (Lea: Ganaderos y autoridades trabajan para combatir abigeato en Cesar)
Se trata de los frigoríficos privados de la Cooperativa Integral Lechera del Cesar, Coolesar, en Valledupar, y Alimentos Cárnicos S.A., planta Aguachica, ambos de cubrimiento nacional y con capacidad para exportar.
Actualmente, los 2 cuentan con autorización sanitaria provisional para fanear bovinos de acuerdo al decreto 1282 de 2016, que les dio un plazo de 1 año prorrogable por 2, a los frigoríficos que hayan presentado el Plan Gradual.
Existen otros 2 que tienen la misma autorización, las plantas de Chiriguaná y el matadero municipal de La Jagua del Ibirico. Sin embargo, el Decreto departamental 161 de 2010 estipuló que se debe construir una planta para cubrir el polígono formado por estos municipios, incluyendo a Codazzi y Bosconia.
Los mataderos de los demás municipios están cerrados, incluyendo el de Pailitas, que fue clausurado en noviembre del año pasado una vez entró en vigencia el decreto 1500. (Lea: Avanzan acciones de la Policía contra el abigeato en Cesar)
Debido a la falta de control de las autoridades, esta normatividad se ha convertido en un problema para los propietarios de ganado, que son víctimas de robo a diario sin que puedan hacer nada al respecto.
Por su parte, las administraciones locales se están dando cuenta del problema y comienzan a formular planes para detenerlo. Por ejemplo, la Alcaldía de Chiriguaná está ofreciendo una recompensa de hasta $5 millones a quien suministre información para desmantelar las bandas criminales dedicadas al hurto de ganado.
De momento, los ganaderos siguen denunciando y esperan que el Gobierno Nacional preste atención a este flagelo que azota no solamente a los productores del Cesar, sino a la gran mayoría de los propietarios de bovinos de la región Caribe.