Ante las reducciones en el precio de la leche, los productores piden incentivos para poder continuar en el negocio, como suplementos para el ganado y ayudas en medicamentos y otros insumos.   En este momento que concluye un año desastroso para el sector, los ganaderos del departamento, y sobre todo de las cuencas lecheras, han recibido con alegría la temporada invernal que comenzó en octubre.   De acuerdo con Jorge Quintero, ganadero de Motavita, si bien ha llovido bastante, la recuperación es lenta por las afectaciones que tuvieron por cuenta del verano a lo largo de los últimos 3 años. (Lea: Ganaderos en Boyacá, preocupados por escasa producción de leche)   “Han caído más aguas que en la temporada invernal de 2011, pero como el suelo estaba tan seco, hasta ahora está mojándose y ya empiezan a recuperarse los pastos”, aseguró.   Como lo anotó Ricardo Arenas, productor en Chiquinquirá, las lluvias no han sido suficientes para que se recuperen las fuentes hídricas. (Lea: Ganaderos en Boyacá están cambiando negocio de leche por el de carne)   “Hace falta agua para que los ríos, por lo menos el río Suárez, aumente más de nivel, sobre todo para el abastecimiento de animales que están en las laderas o para la toma de agua en el acueducto de Chiquinquirá, porque sigue siendo baja”, indicó.   El ganadero comentó que hay un desconcierto generalizado entre los campesinos que venden la leche, pues no entienden por qué la industria ha reducido el pago si la producción ha estado en bajos niveles.   Por su parte, Manuel Martínez, gerente de la Asociación de Productores de Chivatá, Agrochivatá, contó que luego de haber visto los potreros como “un desierto” a principios de este año, hoy en día ya están cubiertos de un frondoso forraje verde.   “El negocio ha mejorado porque los animales han cogido un poquito de carne. Como veníamos de una época tan difícil, que no había comida, las vacas hasta ahora se están recuperando, así como las producciones de leche. Ahí vamos, en la lucha”, declaró. (Lea: Ganaderos de Boyacá aconsejan no desanimarse y continuar asociados)   Martínez reconoció que le gustaría que el invierno continúe para que el pasto tenga su máximo crecimiento y los reservorios de agua se terminen de llenar. Por eso, pidió que se entreguen suplementos, concentrados y sales mineralizadas mientras se reponen por completo.   “Nos falta alimento para que el ganado se restablezca. Claro que hay que ser agradecidos porque los animales han ganado peso porque antes eran unas carrangas, pero de todas maneras nos sigue haciendo falta alimento, por lo menos 2 kilos diarios de concentrado”, señaló.   El gerente de Agrochivatá aseveró que la producción de leche había aumentado un 30 %, en comparación a la época más difícil del verano, a comienzos de este año. No obstante, aún está lejos de llegar a los niveles habituales de años anteriores, por lo que insistieron en las ayudas de alimentos para volver a alcanzar esos registros.   De otro lado, pidió colaboración de la Gobernación para concluir un programa de desparasitación del ganado, que empezó hace unas semanas pero se acabó cuando apenas habían visitado 2 veredas.   Según Martínez, la Umata del municipio inició el programa que terminó antes de llegar a todos los ganaderos por falta de presupuesto. (Lea: Productores de Boyacá siguen afectados por verano y heladas)   Arenas también solicitó colaboración en materia de medicamentos y tratamientos para evitar que los animales se contagien de enfermedades que proliferan en esta época del año.   Finalmente, Quintero manifestó que es importante que los ganaderos tengan acceso a insumos como fertilizantes y demás tratamientos para el suelo, sobre todo los pequeños, quienes son los que más dependen del pasto para sostener la producción de leche.   “Cuando las producciones son grandes, uno tiene estándares establecidos. Si no hay pasto, toca dar más concentrado para que las producciones no varíen. En cambio si hay forraje, se les da menos concentrado. En cambio el pequeño productor está condicionado al pasto”, afirmó.