En 2014 empezó el drama de Juan Federico Velásquez, un ganadero antioqueño quien desde ese año sufre con las demoras del ICA tras haber detectado la enfermedad. Actualmente espera una última muestra que demuestre que su predio está libre de ese mal. El empresario se vinculó voluntariamente en 2011 al Programa Nacional de Prevención, Control y Erradicación de la Tuberculosis Bovinay durante 3 años su finca marchó a la perfección, pero tras una revisión que se llevó a cabo en agosto de 2014 empezaron los inconvenientes. (Lea: 21 meses esperando ayuda del ICA por un brote de tuberculosis) Este diario conoció su caso en 2016, en ese momento Velásquez lamentó las dificultades que tenía con el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, pues un funcionario de la entidad tendría que ir a su predio cada 45 días para tomar las muestras y determinar si hay o no rastros de la enfermedad. Esas visitas no se hacían con regularidad, hecho que generaba malestar en el empresario. Incluso desde aquel momento y hasta ahora, en una sola ocasión ha ido el representante de la autoridad sanitaria a tomar las respectivas muestras, las cuales salieron todas negativas. “Tuvimos que dejar aislados a 5 animales que eran sospechosos y desde el mes de agosto no he tenido que sacrificar más por cuenta de la tuberculosis. Estamos esperando un nuevo muestreo que debe hacerse en poco tiempo y confiar en que los resultados sean favorables”, dijo esperanzado. (Lea: Escasez de personal en ICA atrasa procesos de certificación en Antioquia) Sin embargo, Velásquez lamentó el mal servicio y desatención por parte del ICA a la hora de atender el caso. Calificó la situación que vive como “una lucha muy difícil”, e incluso aseguró que ha tratado de tener una perspectiva más amplia para velar por el colectivo de productores ubicados en Entrerrios ante la alta precocidad que tiene la enfermedad y la poca eficiencia e inmediatez por parte de la entidad a la hora de darle solución a inconvenientes de esta naturaleza. “Cuando yo relaciono las 2 situaciones, en donde he ido a tocar las puertas y me ha tocado entenderme con funcionarios del ICA, realmente deja mucho que desear lo concerniente al trabajo de la entidad ante el objetivo que tenemos los ganaderos de que el país se libre de esa enfermedad”, lamentó. El productor argumentó que no hay coherencia alguna entre el propósito del programa y la disponibilidad para resolver los problemas que se presentan particularmente en su predio. El hecho que se postergue con tanta frecuencia la sacada de los animales, las visitas y las revisiones, no van de la mano con el objetivo planteado por la entidad. Eso ha generado que Velásquez se sienta castigado, y sin poder comprar o venderle a nadie. (Lea: ¿Qué debe hacer Colombia para erradicar la tuberculosis bovina?) Luz Eugenia Pérez, gerente de la Corporación de Ganaderos del Norte de Antioquia, Corpogansa, reconoció que tras las publicaciones hechas por CONtexto ganadero ante las dificultades sufridas por Velásquez y otro grupo de productores interesados en certificar sus predios como libres de brucelosis y tuberculosis, la entidad apeló por cambiar el funcionario que estaba al frente de ese rubro. “Ese cambio ha generado un poco más de diligencia a la hora adelantar los procesos, pero aún falta atender y prestar atención a casos como el de Juan Federico”, sentenció. Ya son 3 años los que cumplió el empresario con el veto por cuenta del brote de tuberculosis, por lo que confía que en el próximo sangrado sus animales continúen sin ningún rastro de la enfermedad y le sea levantada la cuarentena. (Lea: Tuberculosis bovina se podrá determinar con prueba de serología)