La fotosensibilización o ‘la quema’ ha desestabilizado el negocio de carne y leche en la costa, por los daños que ocasiona en la piel de los rumiantes expuestos a los rayos solares. Los ganaderos en la costa han escuchado hablar del término ‘la quema’ que se refiere a la alergia provocada por la exposición a altas temperaturas y que trae como consecuencia daños en la piel del rumiante y en todo su sistema funcional, si no se actúa a tiempo. (Lea: Mosca de los cuernos causa daños económicos en la ganadería) Darinel Enrique Regino Ricardo, médico veterinario y profesional en Gestión Productiva y Salud Animal, en San Marcos, del Fondo Nacional del Ganado, explicó que mientras en otras regiones se sufre por hongos y bacterias en la piel de los rumiantes, en esta parte del país ‘la quema’ representa un mal que provoca el desprendimiento de la piel, echada en suelo y hasta la muerte. Alrededor de ‘la quema’, manifestó Regino Ricardo, se desató un mito según el cual el ganado se enfermaba por el consumo de ciertas plantas. Sin embargo, la realidad es todo lo contrario. “La solución es tener una zona de confort para el hato y ese ingrediente es la sombra que dan los silvopastoriles”. Con preocupación señaló que en la región no se conserva material vegetal y los animales de cría y doble propósito, que son más resistentes a las altas temperaturas, han sufrido daños en la piel. (Lea: Ganadero, prevenga el mal de la tiña en su hato) “Duramos 4 años sin agua y ahora van 6 meses en los que no se ve la lluvia y se murieron los árboles. Como consecuencia no hay sombra y se desarrolla una hipersensibilidad en el ganado que lo está afectando”, relató el profesional. ‘La quema’ en clima frío La fotosensibilización, según José Reinaldo Suárez Urrutia, profesional en Tunja de Gestión Productiva y Salud Animal del FNG, administrado por Fedegán, perjudica al ganado en las regiones templadas y frías: “Las vacas holstein son susceptibles en la parte blanca de su piel. En el lomo se hacen costras, se pela y hacen llagas”. Dijo que no se conoce si el ganado holstein es sensible a los rayos del sol por un asunto genético o fisiológico. Independiente de eso, sugirió alos ganaderos sembrar arbustos y árboles que brinden sombra y aire fresco al hato para la protección de su piel, con lo que se garantizará la eficiente producción de carne y leche.