El dinero que se tendría que haber destinado para la ‘gasolina’ de esta máquina que buscaba mejorar la crisis del campo colombiano, se destinó a más subsidios, a resarcir unos pocos y no a medidas estructurales o reformas de largo aliento. Cuatro años perdidos para el sector agro.

Aunque ha sido lento, poco a poco las Farc han vuelto a recobrar el dominio de varias zonas del país. Uno de los lugares más perjudicados por su presencia y su accionar delictivo es el Putumayo, departamento en el que ya no solo los ganaderos deben pagar la 'vacuna' al grupo insurgente, también lo deben hacer si quieren evitar problemas los comerciantes y empresarios que saben que si se niegan a hacerlo pueden sufrir cualquier tipo de retaliación. Los delincuentes exigen altas sumas de dinero permanentemente, amenzando con atentados, secuestros e incluso ataques a familiares de todo aquel que se niegue a pagar. (Lea: Ganaderos de Arauca llevan 3 años a merced de los criminales)

Pero el hecho no solo está afectando al pequeño o mediano empresario, las grandes empresas que tienen funcionamiento en la zona también están pagando las conocidas vacunas. En el caso de las petroleras lo hacen, pues prefieren incurrir en ese gasto que sufrir daños en sus oleoductos, pozos o en los camiones que transportan el crudo.

Una fuente cercana a este diario, quien pidió que no se revelara su nombre ante la delicada situación que vive el departamento, reseñó que a los ganaderos les están pidiendo alrededor de $10 mil por cada cabeza de ganado, lo cual tiene muy aburridos a los productores, que en muchos casos han optado por abandonar la región ante las elevadas sumas que piden los insurgentes por lo que es su forma de vida.

“La plata toca irla a llevar a un caserío conocido como El Palmar, el cual está ubicado en Ecuador. Lo preocupante es que el Gaula sabe lo que nos está pasando, pero no ha podido hacer nada porque esos pagos se hacen en otro país y allá no pueden actuar”, contó una de las personas entrevistadas por este diario. (Lea: Ganadero, te hablo desde la prisión)

Pero esta no es la única región que viene soportando las constantes extorsiones, en Guaviare, a través de su cuenta de twitter, el expresidente Álvaro Uribe, manifestó que las Farc les están exigiendo plata a los ganaderos por cada litro de leche, kilo de queso y res que tengan. (Lea el trino que envió el exmandatario)

Este medio consultó 2 productores de la región, para conocer la problemática. El primero argumentó que son muy pocos los ganaderos que se atreven a denunciar y señalar que están siendo extorsionados, lo cual dificulta el accionar de las autoridades; mientras que el segundo argumentó que no es una problemática nueva.

“Acá desde el Gobierno del presidente Samper nos está extorsionando. El momento más crítico llegó con Pastrana, se disminuyó mucho durante los 8 años que estuvo Uribe y ahora ha vuelto a tomar mucha fuerza, pero nosotros hemos vivido con ese problema desde hace mucho tiempo”, expuso un empresario del departamento. (Lea: Jóvenes hurtan ganado e insumos para poder comprar drogas)

Otra región que sigue siendo azotada por la inseguridad y las intimidaciones es Arauca. Allí, un ganadero cercano a CONtexto Ganadero expuso que el departamento es cada vez más peligroso, ya que la presencia de las Farc, ELN y las bandas criminales, atemorizan a los productores, ya que todos piden cuota.

“Acá tenemos que pagar varias vacunas, la que nos pone Fedegán contra la Fiebre Aftosa y brucelosis, que es con la que protegemos el estatus sanitario del país, pero las otras son las que nos exigen bien sea alguno de los 2 grupos guerrilleros o las bacrim, por lo que vivimos alarmados y afectados por esa situación”, expresó. (Lea: Misterioso caso de robo de ganado en Santander)

Para muchos ganaderos es insólito que todo esto siga siendo tan evidente, mientras que en La Habana se adelantan los diálogos de paz con las Farc. Coinciden varios en afirmar que lo que se habla en Cuba nada tiene que ver con lo que deben vivir a diario y que hace que cada vez menos personas consideren el campo como opción de vida.