Ante la situación tan delicada generada por el fenómeno de El Niño, los productores y ganaderos del departamento han expresado su preocupación debido a las problemáticas por la falta de agua y las afectaciones en extensiones de cultivos y pastos.   León Montes, profesional de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en la unidad regional de planificación agropecuaria, explicó que a principios de 2016 la entidad se puso en contacto con todos los secretarios de Agricultura o directores de Umata municipales con el objetivo de recolectar la información a nivel departamental de las posibles afectaciones por cuenta de la sequía, que se han magnificado por el evento de El Niño, para a partir de allí realizar un reporte oficial.   “64 municipios han realizado sus reportes, y con base en ello podemos decir que hasta la fecha tenemos 240 mil 300 hectáreas, de las cuales 1.922 corresponden a terrenos con pérdida total y 211 mil 218 con afectaciones en pasturas. En cuanto a muertes de bovinos solo se han reportado 69”, indicó Montes.   El profesional de la cartera anotó que es posible que se presentan dificultades en la toma de datos a nivel municipal o por la falta de reportes por parte de los campesinos a los directores de Umata, lo que hace probable que las cifras puedan ser incluso un poco mayores.   También dijo que en estos momentos la entidad está realizando la gestión a nivel nacional para buscar recursos y se está recopilando información de nuevas afectaciones para analizar la implementación de estrategias a mediano y largo plazo para hacerle frente a la situación. (Lea: Boletín Agroclimático advierte que déficit hídrico se mantendrá)   Agregó que desde la Secretaría se viene impulsando fuertemente el desarrollo de sistemas silvopastoriles y las buenas prácticas ganaderas y agrícolas.   Leandro Herrera, vicepresidente de la Asociación de Ganaderos del Urabá Grande, Aganar, coincidió con Berrío y aseveró que en años anteriores cuando el verano llegaba, los ganaderos no se veían muy afectados porque había pasturas en las zonas bajas, pero que actualmente están sufriendo mucho porque los pastos no se mantienen como antes.   “Con la escasez de pastos se reduce notablemente la producción de carne y de leche. Otra de las problemáticas que tenemos y una de las más graves, es la falta de agua para que beban las reses. El ganado con hambre subsiste con algunas hierbas secas o con otros elementos, pero con sed es imposible de manejar. Por otro lado, en el 80 % de las fincas de la región hay reservorios, pero el líquido con el que se contaba se está empezando a secar”, aseguró Herrara.   El sector ganadero del Urabá Antioqueño está planteando un proyecto para presentarlo al Ministerio de Agricultura para la construcción de reservorios, tanques elevados y acueductos para la distribución del agua en los predios y para poder contar con un recurso de mejor calidad. La propuesta también incluirá una parte ambiental con la que se pretenden proteger los ríos, cuencas y caños.   Mariano Restrepo, presidente de la Federación de Lecheros de Antioquia, Fedelán, aseveró que la situación se viene agravando porque debido a los efectos del fenómeno de El Niño y a la reducción de las lluvias, la escasez de forraje es cada vez más sensible.   El dirigente expresó que los yacimientos y fuentes de agua presentan niveles muy bajos y la situación se complica porque aún y cuando no haya pastos, se pueden buscar otras alternativas como silos y henos, pero cuando no hay agua, recurso vital para los animales, se pone en riesgo toda la actividad.   Según Restrepo hay otra complicación muy evidente y tiene que ver con las heladas. Explicó que la región, en el oriente del departamento, es una zona lechera y que por su ubicación geográfica es un poco similar a la sabana de Bogotá, por lo que es habitual se presenten bajas temperaturas todos los años, pero que durante 2016 se han experimentado unos episodios en altitudes de 2.100 y 2.200 metros, "situación preocupante y nunca antes vista". (Lea: 5 pecados que cometen los ganaderos en época de verano)   “En el caso del verano, podemos estar hablando de reducciones en la producción de hasta un 35 %, incrementos en el valor del litro de leche, disminución del precio del ganado gordo y de la carne por kilo. Por otro lado, cuando llegan las heladas, estas queman todo el área foliar de los forrajes y de los cultivos y la situación se complica”, aseguró el representante de la entidad.   Recomendaciones   La Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural de Antioquia brindó diferentes consejos para que los productores agropecuarios tengan en cuenta en esta época:   - Generar condiciones para almacenar y aprovechar la poca agua lluvia que se presente, la cual debe permanecer tapada en un lugar fresco. - Optimizar y controlar el uso del agua para riego. - Realizar el riego solo en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, de tal manera que sea menor la temperatura para evitar pérdidas por evaporación. - Dejar coberturas muertas (residuos de cosecha, podas, desyerbas) o cualquier aporte de materia orgánica que ayude a conservar la humedad del suelo y evitar la evaporación. En términos generales mantener el suelo cubierto. - Evitar realizar quemas. Monitorear permanentemente la incidencia de plagas y enfermedades. - Reducir la carga animal en los potreros. - Revisar las condiciones más limitantes en este periodo de sequía, que permitan corregirlos y prepararnos para evitar una situación similar.   El gremio ganadero del departamento antioqueño podría entrar en una grave crisis. Miembros y líderes del gremio han expresado que la problemática se seguirá agravando, toda vez que los reportes indican que aún faltan meses antes que termine el verano. (Lea: En el Oriente Antioqueño también se redujo la producción láctea)