Un atentado contra un empresario pecuario, el incremento del abigeato y las extorsiones, son parte del panorama que están enfrentando los productores de la zona, quienes viven con zozobra ante el aumento de las bandas delincuenciales en su departamento.
El deterioro de la seguridad cada día se hace más evidente en un mayor número de ciudades del país. La situación de un contrabando que parece imposible de erradicar, dificultades para la comercialización de los productos, elevados costos de los insumos y fenómenos ambientales, son algunos de los problemas que a diario enfrentan aquellos que trabajan en el sector rural; para quienes como si fuera poco se ha sumado el resurgimiento de una inseguridad que creían lejana y que de nuevo se apodera de todo Santander. (Lea: Inseguridad preocupa a ganaderos de varias regiones del país)
Varias personas de la región se han comunicado con CONtexto ganadero manifestando su temor a denunciar por temor a represalias. Piden ayuda, claman por atención y exigen condiciones que les permitan seguir trabajando para vivir dignamente.
Sin embargo, cansado de esta situación, Jaime Clavijo, director ejecutivo de la Federación de Ganaderos de Santander y sus zonas de influencia, Fedegasán, le contó a este diario la situación que viene viviendo desde el año pasado Gonzalo Suárez (nombre cambiado a petición del denunciante) quien fue víctima de un intento de secuestro antes de que culminara 2013, pero gracias a la reacción oportuna de la comunidad y la Policía, lograron dar con un grupo de delincuentes y capturarlos ante la gran cantidad de pruebas y armas que llevaban en el momento de la requisa. (Lea: Inseguridad golpea a ganaderos y palmicultores)
La fuente señala que ese fue solo el comienzo del drama para el empresario de Bajo Rionegro, ya que allegados a los criminales vienen amedrentándolo y exigiéndole que retire la denuncia que puso por tentativa de secuestro, lo cual es imposible ante la gravedad del delito, so pena de sufrir consecuencias.
“Yo iba por la carretera hacia mi finca que queda en una población cercana al municipio, cuando me atraviesan unas ramas y empiezan a dispararme desde un lado de la vía. Una de las balas me rozó la cabeza, por fortuna no me pasó nada”, le contó el ganadero a este diario. (Lea: El abigeato y la inseguridad, una constante durante 2013)
Desde ese momento Gonzalo Suárez, contrató un escolta para que lo acompañe en sus actividades y lo defienda en caso de que se vuelvan a presentar ataques de esta naturaleza.
No obstante, no es la única situación de inseguridad que se viene presentando en el departamento, Clavijo aseguró que las extorsiones vienen creciendo en el sur del Cesar, particularmente con presencia de grupos no guerrilleros sino de delincuencia común en Bajo Rionegro, Sabana de Torres y Barrancabermeja.
“Las leyes se están quedando cortas para neutralizar a estos bandidos, porque la Fuerza Pública los puede capturar, pero dadas las exigencias que tiene la legislación colombiana para procesar a una persona, dejana los tipos libres y con sed de venganza contra las personas que los denunciaron”, argumentó el director Ejecutivo de Fedegasán. (Lea: La delincuencia tiene azotada a Paz de Ariporo)
Tenga cuidado con los administradores que contrata
Una de las modalidades que viene tomando fuerza en la región y a la que le viene haciendo seguimiento la Policía, es la de personas que se hacen pasar por mayordomos. Estas personas se ganan la confianza de los ganaderos y un día cualquier los llaman y aseguran que los están buscando grupos criminales, logrando que el productor deje de ir a la finca.
Esa situación es aprovechada por los supuestos administradores para sacar animales de la finca y posteriormente sacrificarlos en lugares clandestinos, para no dejar ningún rastro del hecho.
“Cuando el ganadero vence el miedo y va a su finca en compañía de las autoridades, se da cuenta que el inventario ha bajado, por lo que le pregunta a su empleado qué pasó con el resto de los animales, a lo que el individuo responde que están en fincas vecinas, pero al buscar el resto de reses no son encontradas lo que genera el despido del mayordomo, quien se va entre improperios y amenazas contra el dueño de la finca”, expuso el dirigente regional. (Lea: Sector ganadero en Córdoba preocupado por inseguridad)
Gracias al trabajo de inteligencia realizado por la Policía, fue posible identificar que hay bandas organizadas donde están involucrados los supuestos administradores, transportadores, expendedores de carne, quienes conforman toda una cadena delictiva, que ha sido imposible de capturar debido a que no son sorprendidos en flagrancia.
“Nosotros les pedimos a los ganaderos que no dejen de ir a las fincas y si llegan a conocer una situación como esa, que por favor se acerquen al Comité de Ganaderos, que nosotros los ponemos en contacto con la Policía o el Ejército para que retomen el control de su predio y no sean víctimas del robo de animales bajo esa modalidad”, expuso Clavijo.
Frente a esta delicada situación de orden público, el Teniente Coronel, Andrés Quintero, Comandatante del Batallón Ricaurte, aseguró que es preocupante la situación del departamento, ya que las bandas dedicadas a la extorsión están siendo conformadas por antiguos desmovilizados de las autodefensas, quienes son los encargados de infundir miedo entre los productores pecuarios de la región.
"Nosotros estamos adelantando reuniones con los diversos ganaderos de la región y estamos en diálogo permanente con ellos, a fin de velar por la seguridad de todos los colombianos que habitan en la zona, dándole cumplimiento al mandato de la Constitución", remató el comandatante del Batallón Ricaurte