Aunque generalmente la llegada del invierno trae pastos abundantes y un incremento en la productividad, en la región del San Jorge los ganaderos se quejan por los constantes aguaceros, que afectan la salud de los animales y provocan bajas en su rendimiento.   De acuerdo, Jorge Alejandro Peláez Vieira, presidente de la junta directiva de la Asociación de Ganaderos del San Jorge, Asogan, la temporada invernal ha sido muy fuerte en lo que va corrido del 2017, en comparación a otros años.   “En los últimos 7 años había bajado considerablemente la cantidad de agua que caía en la región. Pero este año yo creo que vamos entre un 40 o 50% por encima del promedio de pluviosidad”, señaló. (Lea: Desbordamiento de río Sinú afectó a ganaderos en Córdoba)   Así las cosas, mientras que en gran parte del país el agua ha contribuido a generar mayor oferta de pastos y, en consecuencia, más cantidad de leche, en el suroriente de Córdoba se ha reducido la productividad por los continuos aguaceros.   Como lo explicó Peláez Vieira, en los municipios bañados por el río San Jorge se concentra mucho más la humedad, a diferencia de aquellos que son irrigados por el río Sinú. (Lea: San Jorge, una región con gran potencial ganadero)   “Es normal que aquí llueva 9 meses y haga verano, 3. En esta época tenemos que lidiar con ciertas ‘inundaciones’, porque esta región del San Jorge es distinta a la del Sinú. Cuando la represa de Urra abre sus compuertas, todo lo que sea Sinú abajo, se inunda, mientras que el San Jorge inunda y se devuelve”, dijo.   Si bien no hay predios inundados ni forrajes sumergidos bajo el agua, las afectaciones se observan sobre todo en los bovinos, que empiezan a manifestar síntomas relacionados con enfermedades que aparecen en invierno. (Lea: 5 aspectos que usted puede que desconozca de las cojeras)   “El nivel freático está muy alto, y a toda hora se puede ver una humedad que va produciendo cojeras en los animales. Se crea como una capa de agua en el suelo que no es absorbida, y eso causa problemas en la pezuña”, precisó.   Ante la aparición de las cojeras, la productividad ha disminuido en todos los aspectos, perjudicando la cantidad de leche que se obtiene de cada vaca y las ganancias diarias de peso en las explotaciones pecuarias.   Aun así, los productores siguen teniendo un bajo pago por el lácteo en todo el año, alrededor de $750 en caliente, y de $900 para fría, con lo cual se lacera la rentabilidad del productor. (Lea: Cambio climático afecta cada vez más a los ganaderos del país)   Por este motivo, Peláez hizo un llamado al Gobierno para implementar capacitaciones a los productores en el manejo del exceso de agua, y puedan aprovecharla para la época crítica de finales de año, cuando inicia el verano.