Con el propósito de optimizar los recursos naturales, los alumnos de la Escuela Industrial de Oiba, desarrollaron la herramienta, que está siendo probada en especies menores y con la que quieren innovar y facilitar las tareas dentro de los hatos.

Una de las grandes dificultades que presenta el campo colombiano es el escaso acceso que tienen los productores a la tecnología, esto debido muchas veces a los altos costos que se requieren para implementarla. Sin embargo, buscando ser parte de la solución, estudiantes de la Escuela Industrial de Oiba, en Santander, vienen adelantando un ambicioso plan con el objetivo de que desde la academia se creen aparatos que faciliten los trabajos dentro de las explotaciones y de paso se optimicen los recursos naturales. (Lea: Crean método para aprovechar subproductos vegetales, lácteos y cárnicos)

El primer paso fue migrar las especialidades existentes dentro de la institución como dibujo, mecánica y electricidad, a programas que suplan las carencias que hay en materia tecnológica, pero en donde se busque responder a las necesidades de los diversos sectores.

“El propósito es que la electricidad pase a ser robótica y energía renovable, mecánica sería automatización y dibujo se especializaría en diseño gráfico; con el fin de brindarle un apoyo por parte de los colegios a los cientos de ganaderos y productores que hay en toda la provincia comunera”, sostuvo Esperanza Mejía de Gómez, rectora de la institución educativa. (Lea: Primera vaca que produce leche con proteínas humanas cumplirá 3 años)

El resultado de estos cambios al interior de la institución, permitió la construcción de una lavadora de ganado, un aparato que fue desarrollado por los estudiantes, los docentes de las áreas involucradas y que contó con el apoyo del Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena. El dispositivo viene siendo probado con pequeñas especies como cabras con el propósito de que cuando se use con reses sirva a la perfección.

“El invento consiste en una especie de jaula portátil, que está accionada con unos sensores y una motobomba. Cuando el animal es detectado al pasar por la jaula, se disparan los inyectores y el bovino es lavado por todas sus áreas, mientras que el líquido que cae puede reciclarse y volverse a utilizar hasta determinado momento”, contó Luis Fernando Sanmiguel, docente de la institución y líder del programa de innovación. (Lea: Contaminación en aire y fuentes hídricas se reducirá con luz solar: UN)

Sin embargo, este no es el único invento que los estudiantes han adelantado utilizando la robótica, automatización  y el diseño gráfico, recientemente crearon un prototipo alimentador de peces que está sobre el espejo de agua, con el cual lograron ayudarles a los piscicultores de la región.

“El objetivo es presentarle al Ocad (Órgano Colegiado de Administración y Decisión), el proyecto de reconversión de la Escuela Industrial, el cual incluye un banco de herramientas que van a ser útiles para todos los rubros de la economía rural y así suplir esa necesidad tecnológica que presenten los diversos gremios en la región. Además, se tendrán en cuenta los requerimientos de los sectores y a partir de ahí se adelantará la iniciativa en materia de innovación que requieran”, argumentó Sanmmiguel. (Lea: Nanotecnología, el nuevo huésped de los invernaderos)

De ser aprobada la idea de la institución educativa, el propósito es que su modelo de trabajo se replique en todo el departamento de Santander, donde proliferan productores de todos los sectores como ganado, cacao, café y frutales.