En el departamento del Cesar, conocido por su próspera industria ganadera, se ha observado una tendencia alentadora: la disminución de las invasiones en las fincas.

Este fenómeno, que hace poco fue una preocupación persistente para los ganaderos locales, ha sido objetivo de análisis y reflexión por parte de expertos como Eudes Antonio Garzón, profesional en región que brinda una perspectiva valiosa sobre esta situación.

Garzón señala que la disminución de las invasiones en las fincas del Cesar es un resultado directo de estrategias efectivas implementadas por propietarios y autoridades locales. Uno de los puntos clave que destaca Garzón es la importancia de evitar el abandono prolongado de los predios, ya que esto puede dejarlos expuestos a ocupaciones ilegales por parte de individuos que no tienen derechos legítimos sobre la tierra.

El profesional dice que es fundamental que los ganaderos no abandonen sus propiedades por periodos prolongados, ya que esto puede facilitar la invasión por parte de personas ajenas. Es por esta razón que la presencia constante en las fincas y el mantenimiento regular de las áreas son elementos disuasorios importantes para evitar invasiones. (Lea en CONtexto ganadero: Por qué los ganaderos son los aliados clave en la batalla contra la inseguridad rural)

Garzón también destaca la necesidad de establecer relaciones sólidas con las comunidades locales y trabajar en estrecha colaboración con las autoridades para proteger las fincas ganaderas. “La comunicación efectiva y la cooperación mutua entre los propietarios de fincas, las autoridades locales y las comunidades vecinas son fundamentales para garantizar la seguridad y la integridad de las propiedades ganaderas”, agrega.

Para el experto, la lucha contra las invasiones en las fincas ganaderas del Cesar es un esfuerzo continuo que requiere la participación activa y la colaboración de todos los actores involucrados.

Hay que tener en cuenta que estas personas que toman ilegalmente un predio, no solo lo hacen con la intención de encontrar un refugio y hogar, sino que “movilizan los animales sin guía sanitaria de movilización autorizada por el ICA”, afirma Garzón.

Además, los apropiadores también siembran plantas de fácil establecimiento para disimular y hacer creer que llevar bastante tiempo habitando en el predio.

Esta es la razón por la que se deben implementar medidas de seguridad adecuadas como cercas perimetrales y sistemas de monitoreo, para disuadir posibles invasiones y proteger los activos de los ganaderos.

Por lo tanto, si bien la disminución de las invasiones de las fincas ganaderas del Cesar es un signo alentador, es importante que los propietarios y las partes interesadas continúan trabajando juntos para mantener esta tendencia a la baja. (Lea en CONtexto ganadero: Ante reciente invasión de finca en Antioquia, Lafaurie pidió a ganaderos consolidar las brigadas solidarias)