El pasado lunes 18 de octubre, el destacado ganadero falleció a los 86 años por complicaciones respiratorias. Don Fermín sobresalió por un incansable trabajo en la promoción de la fiesta brava y su liderazgo frente a la ganadería Mondoñedo.   Don Fermín era el nieto del ilustre Ignacio Sanz de Santamaría, quien fundó de la ganadería Mondoñedo e impulsó la construcción de la plaza de toros más representativa de Colombia, la Santamaría en Bogotá.   Siguiendo los pasos de su abuelo, lideró la construcción de la plaza de toros de Manizales y acompañó el desarrollo de otras ganaderías a lo largo y ancho del país. (Lea: La importante contribución de Antonio García a la ganadería de lidia)   De acuerdo a una reseña biográfica realizada por el periódico El Tiempo hace 25 años, el heredero de la ganadería Mondoñedo solía montar a caballo, jugaba polo, tenis y squatch, y le gustaba la lectura. Comenzó su bachillerato en Estados Unidos y lo terminó en el Gimnasio Moderno de Bogotá.   Volvió al país del norte para obtener su título de ingeniero agrícola y a la edad de 20 años hizo su primer negocio al inaugurar la plaza de toros de Manizales. Dirigió la ganadería Mondoñedo durante mucho tiempo, hasta que dejó encargado a su hijo Gonzalo. (Lea: 5 grandes escritores apasionados por la fiesta brava)   Miguel Gutiérrez, presidente de la Asociación de Criadores de Toros de Lidia de Colombia, Astolco, describió a don Fermín como el “edecán” para los ganaderos de toros de lidia de todo el país y señaló que gracias a su labor, ocupa un lugar esencial en la historia de la tauromaquia en Colombia tan importante como el de su abuelo.   “No solamente se destacó por la obra de su antecesor sino por la forma en la cual él supo mantener el legado de ese esfuerzo tan grande como fue el que hizo don Ignacio en 1923 cuando importó los primeros toros de lidia a Colombia para la formación de las ganaderías actuales”, sostuvo.   Gutiérrez resaltó el trabajo de don Fermín de mantener el reconocimiento de la ganadería por sus toros bravos, preferidos por los toreros y amantes de la lidia. (Lea: Se fue otro grande de la ganadería de lidia: José Alberto Cediel)   Durante el tiempo que lideró la ganadería Mondoñedo, el nieto de don Ignacio promovió y consolidó el encaste Contreras, uno de los más importantes en el mundo de la lidia, que adquirió en 1979 de los hermanos Peralta, en Sevilla, España.   “Es una gran pérdida a pesar de que son las cosas naturales de la vida. Aunque es más comprensible entender cuando las personas mayores faltan, eso no quiere decir que su ausencia no se verá marcada en el ámbito nacional de la fiesta taurina”, añadió.   Por su parte, el capitán Carlos Barbero, propietario de la ganadería Santa Bárbara, elogió la ayuda que don Fermín le brindó a todos los que quisieron incursionar en la crianza de toros.   “Fue un gran conocedor de la fiesta brava en todos los aspectos. De él tuvimos las enseñanzas de la unión entre nosotros los colegas. Es una pérdida irreparable”, lamentó. (Lea: El toro bravo más grande que se ha lidiado en la historia de las corridas)   El dirigente de Astolco aseguró que tienen pensado rendirle un homenaje al insigne personaje aunque no se atrevió a afirmar con certeza cuándo se haría. Por lo pronto, declaró que la única pretensión de los miembros de la asociación y demás ganaderos es acompañar a su hermana, su hijo Gonzalo y sus nietos.   Este 2016 ha resultado ser un año trágico para la ganadería de lidia en Colombia. Además de don Fermín, la fiesta brava perdió a don Antonio García de la finca Vistahermosa, don Alberto Cediel de El Manzanal y don José Luis García de Campo Real.   Familiares y amigos asistirán a las exequias que se llevarán a cabo mañana jueves 20 de octubre a las 11 de la mañana en las instalaciones del claustro que lo vio crecer, el Gimnasio Moderno de Bogotá.