2 estudiantes de posgrado en ergonomía presentaron su tesis en la cual introducen el concepto de antropotecnología a las ganaderías. Gracias a su trabajo se dieron cuenta de algunos males que aquejan a los ordeñadores en su labor diaria. Ángela María Padrón es una fisioterapeuta que formuló el proyecto junto con su compañera hace más de un año y medio, cuando empezó a hablar con la trabajadora de una finca en Subachoque que se quejaba del dolor en la mano. “La antropotecnología es la introducción de la tecnología a cómo la recibe el hombre. (…) En este estudio empezamos a revisar qué desórdenes músculo-esqueléticos se podían encontrar al aplicar el ordeño”, explicó. (Lea: La importancia de la salud laboral en las empresas ganaderas) La fisioterapeuta explicó en qué consiste su trabajo de grado
En el estudio se evaluaron 150 empleados en 60 fincas del valle de Ubaté, dedicados a la recolección de leche en salas de ordeño. El análisis de los resultados arrojó que la tecnología contribuye al aumento de la producción en detrimento de la salud de los trabajadores. De acuerdo con la fisioterapeuta, estos equipos no tienen en cuenta los factores antropométricos, es decir, las medidas de las personas que los usan. El problema radica en que el diseño de las salas se hizo con base en los europeos, que tienen contexturas físicas distintas a las de los colombianos. “Las salas vienen de Europa, generalmente de Holanda, y las dimensiones de sus habitantes son muy diferentes a las nuestras”, precisó. (Lea: Los accidentes a los que más se exponen trabajadores en ganaderías) Pero no solamente en las salas de ordeño ocurren lesiones, sino también en los otros 3 tipos de ordeño: mecanizado con cantina, mecanizado sin cantina y manual. Las lesiones más comunes se dan en el manguito rotador, el codo y el túnel del carpo. También se da la aparición de venas várices en las piernas y problemas de espalda y de columna vertebral, sobre todo con equipos que no les brindan un apoyo para trabajar. La aplicación de la tecnología no solo genera una alteración de tipo físico, sino también cognitivo, debido a que el ordeño es una tarea meramente artesanal, que tradicionalmente se enseña de forma empírica. El conocimiento pasa de generación en generación. (Lea: Mantenimiento preventivo de equipos reduce costos en ganaderías) Para iniciarse en el uso de estos equipos, los trabajadores se ven obligados a seguir algún tipo de capacitación, lo que genera un choque cultural, sobre todo en aquellos ganaderos que llevan más de 20 o 30 años ejerciendo este oficio. De otro lado, aquellos que ya están capacitados en esta tecnología, no quieren volver al ordeño manual. Según Padrón, durante las entrevistas los ordeñadores preguntan a sus posibles empleadores si tienen equipos de ordeño, pues si no los tienen, prefieren buscar otro empleo. Padrón y su compañera presentaron el trabajo en el 36º Congreso Colombiano de Medicina del Trabajo y Salud Ocupacional que se realizó en Cartagena los pasados 18, 19 y 20 de mayo. Allí recomendaron elaborar un manual que se aplique en todas las ganaderías de ordeño para evitar las lesiones que se producen como resultado de la actividad pecuaria. (Lea: 5 efectos negativos de la rotación de empleados en la ganadería) “Los ganaderos deben tener un buen acondicionamiento físico y una buena higiene postural. Este es un trabajo con un puesto de trabajo específico, con labores que se repiten y que tiene una alta carga laboral, pues una persona puede durar 12 horas en el sitio del ordeño. (…) Dentro de las Buenas Prácticas Ganaderas se debe tener en cuenta el riesgo de cada persona al hacer este oficio”, manifestó.