En el municipio de Socorro, de este departamento, productores pecuarios toman estrictas medidas dentro del sistema de identificación, para evitar confusiones en los libros de registros de todo el ganado que se encuentra en la región.

Muchas veces, cuando es momento de iniciar el proceso de identificación de los animales en los predios pecuarios, los números con los cuales se identifican, tienden a confundirse. Por eso existen 3 formas para reconocer al ganado: a través de la chapeta, el hierro caliente y también el tatuaje, de acuerdo a lo que señala Javier Aguilar, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal de Fedegán en el municipio de Socorro.

“Cuando se identifica al animal con la chapeta, durante el ciclo de vacunación, esta tiende a cristalizarse y el número se borra, o a veces cae, entonces eso puede ser perjudicial en el momento de buscar al animal en el sistema, saber su peso, los partos, los chequeos reproductivos, entre otros datos valiosos”, indica Aguilar, quien también afirma que a través de este sistema se puede obtener de manera más ágil la información de cualquier animal.

Igualmente, Laudy Pérez, profesional en Gestión de Proyectos Estratégicos de Fedegán, se identifica con la situación y sostiene que no todos los productores pecuarios poseen el software que les permite hacer una búsqueda rápida del bovino con toda su información, “los ganaderos tienen que recurrir a otro medio como Excel para ingresar los datos de los animales, pero sin darse cuenta pueden repetir los números de identificación”.

Tanto Pérez como Aguilar argumentan que cuando los números coinciden, datos como el peso de nacimiento del animal, el peso en el momento del destete, los chequeos reproductivos o la misma venta o sacrificio del animal se pueden confundir.

“En las fincas que administro, utilizo Excel y hago todo lo posible para que eso no pase, entonces marco a los animales con el número consecutivo, cuando llega el momento de hacer el siguiente inventario, comparo y al darme cuenta de que hacen falta entonces me toca cuadrar a machete, es decir, corregir los números, como si estuviera cuadrando caja”, comenta Jorge Martínez, administrador de predios en el municipio de Socorro.

Es por eso que Javier Aguilar recomienda implementar los 3 sistemas de identificación para evitar confusiones, “si la chapeta se cristaliza o se cae, la gente puede hacerlo a la manera antigua y marcar el ganado con el hierro caliente, procurar que este no se mueva, en caso de que se mueva y el número se corra, entonces se puede tatuar y así llevar un adecuado manejo en el libro de registros”. (Lea ‘El marcaje de animales, un mundo de diseño y tradición’)