Tras la denuncia hecha por CONtexto ganadero, en donde deja en evidencia las dificultades que deben enfrentar los productores por la ausencia de plantas de sacrificio, un dirigente del departamento pide al Gobierno soluciones que permitan enfrentar los inconvenientes por cuenta del cierre de los frigoríficos.   Este diario dio a conocer los inconvenientes que se están presentando en Santander –especialmente en las provincias Comunera y Guanentina– por cuenta del cierre de los centros de sacrificio animal, hecho que está afectando seriamente a las poblaciones y conlleva que se dispare el beneficio de animales en las fincas. (Lea: En Santander preocupa cierre de plantas de sacrificio)   Según Yardley Rodríguez, productora de esa zona, municipios como Socorro, Chima, Contratación, Simacota, Palmas y Palmas del Socorro, están viéndose perjudicados ante la ausencia de mataderos, ya que fueron cerrados y su única alternativa es comprar la carne en Bucaramanga y llevarl hasta las poblaciones.   Agregó que esa decisión ha encarecido considerablemente el precio de la carne, pues el valor es similar al de las grandes ciudades.   Ante esa denuncia, Carlos Andrés Pinilla, presidente del Comité de Ganaderos de la Hoya del Río Suárez, indicó que las autoridades sanitarias ya clausuraron los frigoríficos que atendían a municipios como Socorro, Contratación, Guacamayo y Guadalupe, mientras que los de Oiba y San Gil siguen operando. (Lea: Incertidumbre de los carniceros por cuenta del Decreto 1500)   No obstante, argumentó que no solo los precios de la carne van a seguir incrementándose para los consumidores, sino que permite que haya incremento de sacrificio clandestino y caiga el pago del impuesto de deguelle, factores que agravan la crisis.   "Desafortunadamente ningún matadero local es económicamente viable. Uno que atienda a toda una región puede estar en el orden de $6.000 millones o una plata pequeña que sea únicamente para autoconsumo. Lo otro sería que el Gobierno destine los recursos necesarios para adecuar los frigoríficos pequeños que ya existen", sugirió.   Para Pinilla lo más grave es que esas propuestas que él plante no han sido consideradas por el Ejecutivo, por lo que se avecina es una aumento en los costos del precio de la carne, la proliferación de mataderos clandestinos y la monopolización del sacrificio. (Lea: Crudo panorama con respecto al Decreto 1500 en Santander)   "Es indispensable que el Estado busque una solución para aquellos donde no es económicamente viable montar un matadero regional o de autoconsumo. No es factible que se inviertan $1.000 o $2.000 millones en una obra para que solo se sacrifiquen 20 o menos reses al mes", remató.