Los ganaderos del departamento expresaron que el negocio no es viable, debido a la caída en el pago por parte de las pasteurizadoras frente al aumento de los insumos, por lo cual aseguran que trabajan en un punto de equilibrio o con pérdida. El productor Juan Guillermo Luna, propietario de un predio en Pasto y de otro en Guachucal, Nariño, contó que los últimos 3 días han caído algunas lluvias después de un prolongado verano que comenzó en junio. Sin embargo, durante este tiempo, el valor de la leche no ha mejorado. “En teoría, el precio lo han sostenido según el decreto. Pero las plantas locales ponen trabas y lo bajan sin afectar la liquidación, sino que dicen que van a descontar por tal motivo o que va para un aporte”, manifestó. (Lea: En Nariño están alarmados por heladas y precio de la leche) Actualmente, Luna comentó que el litro de leche lo están pagando entre $850 y $900, cuando generalmente ofrecían $1.100. En cambio, los insumos siguen subiendo de precio, como los concentrados, que según el productor han aumentado de precio 2 veces en el año. Lo mismo ha ocurrido con otros productos como las drogas veterinarias y las semillas de forraje. “Hace 2 años usted conseguía un bulto de pasto neozelandés en $280 mil, hoy está en $430 mil, o sea es casi un 70% lo que han subido las semillas”. Por este motivo, el ganadero pidió mayor intervención para frenar el aumento de los insumos, aunque debido a que la gran mayoría son importados, es muy difícil que su precio baje. (Lea: Productores de Nariño se quejan por el bajo precio de la leche) De igual manera, solicitó al Gobierno que apoye a los productores ante las importaciones de leche en polvo y otros derivados lácteos que llegan como parte de los acuerdos comerciales firmados con Estados Unidos y la Unión Europea, y también rechazó la firma de un tratado con Nueva Zelanda. Además, reiteró la necesidad de impulsar el negocio lechero promoviendo la llegada de nuevas empresas o la creación de asociaciones de ganaderos, pues en muchos casos los bajos precios son el resultado de unas cuantas pasteurizadoras a las que llamó “golondrinas”, que solo van a las regiones “cuando les conviene”. “No tienen la captación permanente, sino que en el momento que necesitan, llegan a comprar, y cuando se pone malo, se van y eso también afecta”, explicó. (Lea: Dignidad Agropecuaria ratifica plantón en Mincomercio el 20 de septiembre) Por ahora, los productores esperan una leve recuperación en el negocio con la llegada de las lluvias, aunque sienten temor de que el invierno se intensifique y produzca un efecto negativo en las praderas y, por consiguiente, en el sector lechero.