Los ganaderos se declararon desanimados y sorprendidos con el precio. Señalaron que es el reflejo de la difícil situación y de los estragos que causó el verano de los últimos 6 meses en los que se incendiaron 5.000 hectáreas y hubo fincas en las que murieron hasta 100 bovinos.
Agobiados, así están los ganaderos de la Orinoquia por el precio actual que reciben por el kilo en pie de las vacas que llega solo a los $2.800, de acuerdo a las declaraciones de Paola Castro de Nariño, vicepresidente del Comité Cebuista de la Orinoquía.
Para la dirigente gremial, ese es el precio que tiene actualmente una vaca, el cual considera completamente absurdo y sostiene que no contempla la inversión realizada para su mantenimiento y levante.
“Ese precio es el reflejo de la difícil situación de la ganadería de esta región que fue golpeada fuertemente por el verano”, recalcó. (Lea: Grave sequía tiene en jaque a los productores en varias regiones del país)
Los ganaderos enfrentaron una sequía bastante intensa y extensa. Vivieron 6 meses de excesivo calor en los que las praderas resultaron seriamente afectadas y el ganado desmejoró con el pasar del tiempo.
Según la dirigente, el fenómeno de El Niño hizo todos los estragos posibles. “La altillanura fue la zona que más sufrió con incendios de más de 5.000 hectáreas hace 3 semanas, los cuales fueron ocasionados por el verano y con los vientos tan fuertes, era imposible apagarlos”, reiteró.
Enfatizo que son praderas que se demoran mucho en recuperarse y debido a los daños causados por las llamas, quedaron completamente destruidas.
“El verano causó la muerte de muchos bovinos del hato de la región, solo en el municipio de Puerto Gaitán, hubo fincas con más de 100 reses muertas”, lamentó. (Lea: Orinoquía registra alta mortalidad de bovinos debido al invierno)
Vuelve el invierno
De acuerdo con Castro de Nariño, “al parecer ya están entrando las aguas a la Orinoquia colombiana. Van tres días de intensos aguaceros. Se habían presentado unas lloviznas, pero a partir del viernes pasado no ha parado de llover”.
Así ha sucedido en la región del Ariari, en el departamento del Meta y en la Altillanura. Solo en esta última región el sábado cayeron 100 mililitros de agua.
Especificó que los ganaderos de la Orinoquia tienen la esperanza de que haya entrado el invierno en pleno para reponerse del difícil verano que los atacó.
“De ser así esperamos que no sea un invierno intenso porque en vez de mejorar empeora la situación”, agregó la ganadera y líder gremial.
También su esperanza es que por lo menos en 45 días de lluvias permanentes se recuperen las praderas y los ganaderos tengan pastos o comida para el ganado.
“Si se produce pasto se dinamiza el comercio de ganado, porque los productores ya tienen comida para ofrecer a los animales y deciden aumentar la carga de las fincas”. (Lea: En la Altillanura reemplazan la ganadería por agroindustria)
En ese orden de ideas es de prever un mejoramiento de los precios que permita, a la vez, imprimirle dinamismo al sector en la Orinoquia.