En La Mojana, en dos semanas pasaron de fuertes subidas del río Cauca a la entrada del veranillo, que ya se está viendo venir para los ganaderos, quienes pidieron apoyo en materia de alimentos a las autoridades de la región.
Los ganaderos de la zona de La Mojana no han cesado con sus problemáticas debido a los constantes e inesperados cambios en el clima que los tiene sufriendo y transportando a sus animales cada vez con mayor frecuencia. (Lea: Falta de alimento para bovinos preocupa a ganadero de La Mojana)
En Bolívar, especialmente en las zonas de Achi y San Vicente del Cauca, hace pocos días sufrieron por las inclemencias del clima, pues las lluvias provocaron que el río Cauca se creciera y produjera unas inundaciones en la zona urbana y rural.
Enrique Martínez, presidente del Comité de Ganaderos de La Mojana, Sucre, indica que hasta el momento la situación fue controlada, pero que los productores si pasaron por inconvenientes graves a causa de las inundaciones.
“Hubo una subida del río Cauca hace aproximadamente unos 15 u 8 días, pero en estos momentos fue controlado en los sitios críticos. Sin embargo si llegamos a pensar que se iba a romper, por lo que si eso sucedía se podía inundar toda la región de La Mojana. Afortunadamente no sucedió y ya el río comenzó a bajar un poco”, afirma Martínez.
Sin embargo, la situación en la zona no ha sido fácil para los ganaderos a los cuales se les mojaron mucho las tierras, pues al desbordarse el río, las pasturas empiezan a llenarse de agua lo que no les permite crecer adecuadamente, además que el constante movimiento de los animales hace que se dañen los pastos. (Lea: Córdoba esperaba con ansias el invierno que ahora le provoca afectaciones)
Las peripecias que hicieron los productores fueron muchas, “los que tenían los medios alcanzaron a sacar el ganado a zonas de la sabana y las partes altas, mientras que otros que no tuvieron las posibilidades esperaron mientras ocurría la problemática porque no estaban en condiciones de transportar el ganado por los costos del traslado, pues se sacan en camiones y remontadores que implican altos costos”, asegura Martínez.
Desde hace unos días se ha comenzado a ver algunas señales que llegará el veranillo, para el cual algunos no se sienten preparados, pues consideran que la tierra no se alcanzó a recuperar y no tienen la comida suficiente para las necesidades que demanda una época de escasas precipitaciones.
Por otro lado, hay otros que recibieron lluvias en días pasados que lograron recobrar la vitalidad de sus tierras y así poder tener base para soportar los efectos del veranillo.
En palabras de Martínez, “teníamos 6 días que no llovía hasta el pasado lunes que hubo un aguacero y nos sirvió bastante porque ya los pastos se nos estaban secando y gracias a ese aguacero retoña la pastura y el tiempo comienza a mejorar”. (Lea: Pasaron de un extremo a otro en poco tiempo)
Finalmente, los productores señalaron que les solicitaron a las autoridades departamentales y municipales algunas ayudas en temas de alimentación para el ganado, pero que no fue posible el procedimiento.