El departamento de Huila está pasando por una difícil situación en la que no solo están sin comida, sino que se suma el problema del abigeato y carneo que no deja descansar a los productores, pues a pesar de las acciones de las autoridades, el flagelo no ha acabado.
En Huila los niveles de abigeato no cesan, desde hace varios meses las autoridades han venido trabajando para acabar con las bandas delincuenciales que se dedican a esta actividad, pero no han logrado erradicar con el problema. Los ganaderos de la región se encuentran seriamente preocupados porque esto ha desencadenado más inconvenientes como el carneo y comercialización de carne ilegal. (Lea: Entre 10 y 12 animales hurtados matan en Huila semanalmente)
Luis María Roulle, presidente del Comité Departamental de Ganaderos del Huila, indica que esta es una situación de nunca acabar porque hay un cuello de botella que no permite dar fin a esta situación que los aqueja.
“El problema del abigeo y del carneo es sumamente difícil, pues a pesar que con las autoridades estamos teniendo conversaciones permanentemente sobre eso, no hemos logrado combatir fuertemente el carneo”, afirma Roulle.
Para los productores de la región, esto tiene una causa clara y es la falta de plantas de sacrificios legales, en las cuales se pueda comercializar la proteína roja.
El dirigente precisa que eso es efecto de los pocos mataderos que están autorizados en la región, entonces en los pueblos las personas están sacrificando en los potreros y orillas de las quebradas, por lo que el suministro de carne proviene de la ilegalidad. (Lea: 3 tipos distintos de extorsión sufren los ganaderos de Huila)
De esta forma, consideran que esta actividad de practica de forma “totalmente antigienica, por lo que se mezcla la carne legal con la ilegal”, generando problemas sanitarios graves como lo explica Roulle.
Para las autoridades eso ha sido difícil de combatir porque a pesar que se hacen investigaciones, los grupos delictivos vuelven a formarse bajo el liderazgo de otras personas, razón por la cual se ha convertido en un problema de nunca acabar.
En palabras de Roulle, “es muy difícil controlar este flagelo, pues en ese tipo de situaciones los alcaldes prefieren no tener problemas políticos por lo cual no entran a pelear con ese sector”.
Es por esta razón que muchos ganaderos prefieren no denunciar, porque sienten que no hay una respuesta contundente por parte de la justica y además no hay una pena para estos delincuentes.
“Hay un cuello de botella muy grande porque el valor de una vaca es pequeña para lo que dicen las autoridades, pues por el lado policial trabajan por medio de investigaciones, capturas y decomisos de carne, pero la parte judicial en sí, que tiene que ejecutar sentencias no funciona mucho, entonces hay un desbalance que provoca que haya un cuadro de impunidad grande”, concluye Roulle. (Lea: Por el verano, en Huila se están quedando sin comida y con bajos precios)