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Foto: noticias.igac.gov.co

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En el valle de Ubaté y Chiquinquirá, ganaderos sufren por falta de agua

por: - 31 de Diciembre 1969

Aunque en otras regiones cercanas como la sabana de Bogotá y el centro de Boyacá está cayendo agua, en esta zona el agua comenzó a escasear y los pastos se están secando por efecto de los fuertes vientos.

Aunque en otras regiones cercanas como la sabana de Bogotá y el centro de Boyacá está cayendo agua, en esta zona el agua comenzó a escasear y los pastos se están secando por efecto de los fuertes vientos.   Miguel Arévalo, ganadero en San Miguel de Sema, alertó sobre la grave situación que está viviendo por la falta de agua en la región, debido a que dejó de llover desde hace varios días.   “Otra vez se secaron los vallados. Como había caído agua, nosotros estábamos confiados en que se iban a recuperar los reservorios pero volvieron a secarse”, declaró. (Lea: 5 afectaciones que viven ganaderos del Altiplano por el verano)   Según el productor, el último aguacero cayó hace 2 semanas y fueron seguidas de un intenso sol y 2 lloviznas cortas en ese intervalo. Esto, aunque permite una mejor fotosíntesis en los pastos y favorece su crecimiento, termina afectándolos cuando la luz solar se prolonga por mucho tiempo, como ha ocurrido en la región.   Para Arévalo, la situación está igual a como vivió el verano a comienzos de este año, como si nunca hubiera caído agua. Lo que más le causa extrañeza es que en zonas cercanas como Saboyá, a 20 km de San Miguel, no ha habido tanta sequía.   “Hemos tenido que comprarle agua a la gente que tiene pozos profundos o ir a algunas quebradas, porque otros afluentes desaparecieron”, dijo. (Lea: A pesar de las lluvias, en el Valle de Ubaté siguen sufriendo por agua)   Esto también ha provocado que los pastos se sequen y se vuelvan amarillos, mientras que los retoños que se veían en épocas más húmedas desaparecieron.   Mariana Navarro, profesional del sector, manifestó que al problema de la falta de agua se sumó la llegada de los vientos alisios de agosto, que secan los pastos y afectan el crecimiento, por lo que el ganado consume menos alimento que antes.   Por su parte, Jairo Becerra, trabajador de una finca en Ubaté, coincidió con Arévalo y afirmó que el régimen de lluvias ha sido inconstante y sectorizado. (Lea: 5 pecados que cometen los ganaderos en época de verano)   Para él, el panorama es desalentador pues las precipitaciones de mayo y junio no fueron suficientes. Contrario a Arévalo, en el predio donde trabaja todavía tienen alimento para el ganado. Lo que más le preocupa es el suministro de agua.   “Nosotros traemos agua de un pozo subterráneo pero no es suficiente. A pesar de que hay buenos pastos, nuestra mayor urgencia es por el agua”, aseguró. (Lea: Otros problemas con los que debe lidiar el ganadero por el verano)   El productor de San Miguel de Sema solicitó atención para los ganaderos y mayor organización en las entregas que hacen las Umatas de alimentos para el ganado, pues no tiene claros los requisitos que debe cumplir o en qué momento debe solicitarlas.   “La situación es tan grave que estamos esperando que nos den algún silo, cualquier cosa, pero nadie nos ayuda con nada”, lamentó.