Ganadero de Puerto López en el Meta manifiesta que el fenómeno de El Niño ha influido en que la carne de los bovinos resulte baja en grasa. Es una propiedad que resta valor agregado, pues la grasa es la cualidad que le proporciona mejor sabor a los diversos cortes cárnicos. La producción de ceba se ha disminuido en 25 por ciento debido al fenómeno de El Niño, lo cual atribuyo a que las altas temperaturas obligan a los bovinos a cubrir con su alimentación una mayor energía y eso se traduce en algo de mayores proporciones, la carne resulta muy baja en grasa. Así lo dio a conocer Andrés Vargas, ganadero de toda la vida y de gran tradición del municipio de Puerto López en el departamento del Meta, quien desarrolla todo el proceso de cría y ceba y posee, asimismo, su propio esquema de comercialización de carne. Le resta tener su propio sistema de sacrificio para que ostente su proceso de integración vertical. (Lea: Conozca el proceso integrado de la ganadería El Cuadril y Agrocarnes 4V) Según el ganadero en esta temporada de intenso verano a los animales no les puede faltar la comida y mucho menos el agua. De hecho consumen aún más cantidad de este líquido vital. Aunque el ganado de cría y el de ceba lo mantenemos con silo en la mañana y en la tarde a dos comidas, en este último esquema productivo resulta insuficiente su alimentación. “Produzco silo porque significa una ayuda grande e igualmente forraje verde hidropónico y palmiste y se lo suministro a los animales a razón de 7 kilos de silo al día por animal”. No obstante en la ceba he registrado un problema que considero de talla mayor y es que debido al verano se ha reducido la grasa en la carne. (Lea: Mitos y verdades sobre la grasa de la carne de res) Esta compañía ganadera trabaja con razas Brahman blanco y rojo, Angus, Limousin, Bradfor, Pardo Suizo y Herefor. Obtenemos animales de 30 meses de edad y de 512 kilos en los que he logrado registrar una ganancia de peso promedio de 1.300 gramos diarios por animal pero en el verano se ha disminuido a 975 gramos. De acuerdo con el ganadero, “el metabolismo de los bovinos se afecta y eso ocasiona que la grasa sea lo primero que queman los bovinos para poder sobrevivir, por lo tanto, no se obtiene el mismo subproducto cárnico. A la carne baja en grasa popularmente la denominan carne pintona”. Resulta que el bovino en verano se enfrenta a un mayor requerimiento de energía y esa circunstancia demanda también mayor cantidad de alimento, por lo tanto, he incurrido en mayores costos de producción. “Aumentamos la ración de comida y logramos mejorar en algo la proporción de grasa pero no en la cantidad adecuada, no aparece la misma grasa en la carne como se venía obteniendo”, destacó Vargas. “La cantidad de grasa ofrece un mayor valor agregado a la carne porque le proporciona un mejor sabor de hecho hay cortes específicos que requieren un mayor porcentaje de la misma. Por ejemplo el corte de chatas debe tener 1 centímetro de la misma para que los buenos restaurantes la consuman”, puntualizó el ganadero de Puerto López. (Lea: Cuando comprar carne se convierte en todo un arte)