El invierno en dicho departamento ha deteriorado los suelos y no hay pastos para el ganado. Los animales registran pérdida de peso y desmejoran su estado corporal. Solicitan recursos prestados al gobierno para adquirir alimentos. Los ganaderos que tienen posibilidad de hacerlo, producen silos y se preparan para el Fenómeno del Niño. Las lluvias en el departamento del Casanare fueron intensas. Durante dos meses no escampó. Las precipitaciones en mayo y junio se duplicaron y me atrevería a decir que en julio y agosto sucedió lo mismo y eso tuvo complicaciones porque no hubo comida y los animales retrocedieron bastante, señaló Daniel Salamanaca, director ejecutivo del Comité Regional de Ganaderos de Yopal. “Las fincas ganaderas se encharcaron y todo el tiempo se ven con espejo de agua lo que prácticamente acabó con los pastos”. (Lea: 350 ganaderos de Casanare recibirán suplementos alimenticios) El ganado no tiene en donde dormir y tampoco que comer. Lo que espera todo ganadero que en invierno se recupere el peso del ganado, y asimismo, la calidad y cantidad de forrajes, no ha sucedido. Contrario a ello en estos factores de la producción, se nota un retroceso. Esta situación se mermó un poco, pero aún continúa. No hay comida para alimentar el ganado y solicitamos apoyo del Gobierno para que nos facilite recursos en calidad de préstamo para conseguirlo”. Las precipitaciones a partir de septiembre fueron constantes y prolongadas pero de menor fuerza. Han generado tal humedad que los suelos se ablandaron y cedieron hasta ocasionar la caída de los árboles legendarios y de más de cien años de edad. Según el dirigente, “el mes de septiembre que se caracterizaba por sus intensas lluvias, este año no registró dicho comportamiento. Se dieron lluvias suaves y esporádicas. Se espera que el verano llegue a mediados de noviembre”. Al respecto Salamanca resaltó una investigación que hizo Fedegán sobre Monta Estacional en la que hizo el registro histórico de precipitaciones, y en el cual, evidencia el cambio climático en todo el país y particularmente en Casanare. Preparar comida “Nos falta ser más eficientes en la conservación de alimentos para suplir las deficiencias del verano. Nos toca avanzar fuertemente en esa gestión. No tenemos alternativas de ahorro de agua, la que cae de las lluvias asimismo se va”. (Lea: 7 medidas para ahorrar agua durante el verano en Colombia) Con el anuncio del Fenómeno de El Niño hay que prepararse para sostener la producción como es debido de tal manera que no se genere escases de alimento e igualmente el ganado no desmejore. Hay ganaderos que han aprendido la lección porque han enfrentado dificultades por la falta de comida y debido a eso comenzaron a sembrar maíz y a producir silos. “Se ha registrado producción de silo de 50 toneladas por hectárea que es un indicador alto, sobresaliente y positivo”, destacó. En Casanare tenemos 80 mil hectáreas de palma establecidas que producen también una cantidad importante de palmiste. Este se lo llevan para Bogotá donde lo convierten en productos concentrados y lo devuelven a la zona para comercializarlo. “Tenemos el firme propósito de aprovechar ese palmiste, así como también la harina de arroz y de cebada para producir nuestros propios suplementos alimenticios”. (Lea: Recomendaciones para trabajar con condiciones climáticas variables) Hicimos aproximaciones con empresas palmeras e igualmente con una casa molinera para el tema de harina de arroz y un contacto en el Valle del Cauca para la melaza. Además contamos con unas instalaciones en las que se puede hacer ese trabajo. “En el verano estaremos ofreciendo a los ganaderos alimentos balanceados y a costos accesibles”, puntualizó el dirigente.