Ante esta situación, los habitantes de la región temen por las elevadas posibilidades de que el municipio se vuelva a inundar y se pierdan los cultivos.
Tras una larga sequía que azotó varias zonas del país, paulatinamente las lluvias han vuelto, lo cual tiene alarmados a los productores y ganaderos del municipio de Ayapel, en Córdoba, quienes han tenido que ver como sus pastizales empiezan a perderse por cuenta de las inundaciones. (Trashumancia obligada de los ganaderos en Ayapel)
La preocupación es alta, ya que según manifestó el alcalde de la población, Fabio Paternina Escobar, la economía del municipio desde 2010, se ha visto seriamente afectada por cuenta de los constantes represamientos de agua.
“Hace unos años en Ayapel se cultivan cerca de 20 mil hectáreas de arroz, ahora no se siembran más de 5 mil, por lo que la pobreza en la zona está en aumento”, señaló el mandatario. (Ganaderos de Atlántico recurren a trashumancia para alimentar reses)
Por su parte, el concejal Abel Regino aseguró que los niveles del río Cauca están creciendo aceleradamente y el agua se está metiendo por las zonas que todavía están sin cerrar.
“Las tierras bajas de la población son las más afectadas, porque ya se empezaron a inundar fincas y pastizales que son usados para alimentar al ganado”, agregó Regino. (Trashumancia ganadera, una alternativa para enfrentar el verano y la sequía)
Sin embargo, el problema no es nuevo. Según expresó Elkin Jaramillo Arango, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en la región toda la zona viene inundada desde hace 3 años, lo cual ha generado que haya una reducción en materia de cabezas de ganado, porque no hay con qué alimentarlas.
“Se han invertido miles y miles de millones de pesos para cerrar los boquetes del Río Cauca, pero el esfuerzo es en vano, porque el tamaño de esas bocas es muy grande y el nivel de agua es altísimo. Por eso pasamos de tener cerca de 65 mil cabezas de ganado a solo 10 mil, porque no hay cómo sostenerlas”, señaló Jaramillo Arango. (Ganaderos de Atlántico y Magdalena, en crisis económica por la sequía)
Ante esta situación, no solo la ganadería sino también la pesca y la agricultura se han visto afectadas seriamente por los fenómenos naturales, lo que agudiza aún más la situación económica de esta región de Córdoba.