Escasez de alimentos, pasturas deterioradas, bovinos afectados y una considerable disminución de la productividad son por estos días los dolores de cabeza de los ganaderos de esta zona del departamento antioqueño, que como en gran parte del país, sufren las consecuencias de la ola de calor.   El intenso verano hace que los productores pecuarios no solo del Urabá Antioqueño, sino del país, enfrenten un panorama desolador. La variación climática, la falta de alimento y agua para los animales ha afectado la producción, la rentabilidad y la calidad de los semovientes.   Joel Enrique Berrío, profesional en Chigorodó en Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, expresó que el Urabá Antioqueño, es una región bastante húmeda y baja, por lo que que cuando empieza el verano, la oferta forrajera es un poco mayor porque las tierras se empiezan a secar y el pasto va creciendo, pero que cuando pasan más de 2 meses, esas pasturas empiezan a escasear, generando dificultades para alimentar el ganado. A ese panorama se enfrentan en la actualidad.   “En este momento podemos ver algunos potreros con tapetes o pastos color café y eso es muy raro en Urabá. Estamos al límite y la situación es muy preocupante. Si no llega a llover en los próximos días los ganaderos tendrán que buscar alternativas para alimentar el ganado o les tocará trasladar a los animales a otras regiones, sacrificarlos o venderlos”, indicó Berrío. (Lea: 3 grupos de enfermedades que atacan al ganado en verano)   El profesional del FNG expuso que una de las necesidades más urgentes del sector es el alimento y el agua, y que en caso de que el verano continúe como va y si los pocos ríos que hay en la región se llegan a secar, "la crisis sería terrible".   También dijo que las principales actividades en la región son la cría y el doble propósito y que la producción de esos animales se ha reducido considerablemente, hay pérdidas de peso de 150 gramos al día y los ganaderos que se quedaron sin pasturas han entrado en la dinámica de llevar sus ejemplares a las subastas.   Leandro Herrera, vicepresidente del Asociación de Ganaderos del Urabá Grande, Aganar, coincidió con Berrío y aseveró que en años anteriores cuando el verano llegaba, los ganaderos no se veían muy afectados porque habían pasturas en las zonas bajas, pero que actualmente están sufriendo mucho porque los pastos no se mantienen como antes.   Escuche las palabras de Leandro Herrera, vicepresidente del Asociación de Ganaderos del Urabá Grande, Aganar.