En Nariño, Alquería anunció su salida del departamento, mientras que Alpina hizo lo mismo en Cauca, deteniendo las compras de miles de litros y causando perjuicios a miles de productores. Mientras tanto, en Arauca, Casanare y Caquetá, el precio pagado al productor bajó hasta $1.000 por litro, ocasionando graves pérdidas a estos ganaderos.
Alquería y Alpina dejan de acopiar leche
A mediados de junio de 2023, ganaderos denunciaron que Alquería iba a suspender las compras de leche en el departamento. Con el retiro de la acopiadora, se dejarán de recoger alrededor de 55 mil litros diarios de leche, lo que equivale a 825 mil litros cada 15 días y que al mes representará $3.465 millones, afectando a más de 1.500 familias dedicadas a la actividad ganadera.
El efecto de esta decisión también se sintió en el precio de la leche, ya que el litro se pagaba a $1.900, en tanto que los queseros locales la empezaron a pagar a mil pesos, lo que sin duda constituye un grave detrimento para los ganaderos que dejaron de recibir el 50% de sus ingresos habituales de un solo golpe. (Lea en CONtexto ganadero: Salida de Alquería de Nariño, un problema económico y social)
Días después, la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, anunció que no habría ninguna interrupción en la compra y la cadena de leche, así como develó una serie de medidas acordadas con Alquería para hacer una rueda de negocios en la que tendrán participación autoridades nacionales y locales, así como operadores del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
No obstante, si bien Carlos Enrique Cavelier, presidente de la Fundación Alquería, aseguró que no soltarían al departamento «hasta que cada una de las familias campesinas tengan su leche colocada sea en el PAE, en otras plantas o para otros usos», el director ejecutivo de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos de Nariño (Sagan), José Luis Bernal, reveló que Alquería se iría de Nariño en julio a pesar de la mediación del Gobierno.
Los productores denunciaron la disminución de cupos, reemplazando proveedores con bajos niveles de calidad sanitaria y haciendo que pequeños ganaderos sean reemplazados por aquellos que tienen una mayor y mejor producción. También hubo una caída en los precios de la leche por cuenta de esta situación, que pasó de $1.900 en promedio a $1.200.
En el departamento vecino, el presidente del Comité de Ganaderos del Cauca, Hernán Garcés, aseguró que el sector ganadero del departamento se enfrenta a una grave situación respecto a la venta de leche por la salida de la empresa Alpina. (Lea: Colapso en la industria láctea del Cauca, al menos 20.000 litros de leche al día se estarían perdiendo)
A la salida de la compañía lechera más importante del país se suma la de Mr. Quick, que había asumido la responsabilidad de la comercialización de la leche en municipios del Cauca, como Popayán, Cajibio, Totoró y Puracé, pero que también anunció que no continuará comprando leche a los productores locales.
De acuerdo con Garcés, al menos 20 mil litros de leche al día estarían quedándose fuera de la comercialización y se estaría perdiendo y al menos 10 mil ganaderos estarían viéndose afectados. A pesar de que los productores han vendido la leche a las pequeñas empresas lácteas locales, esta comercialización no suple la compra de las grandes empresas.
«El llamado es al gobierno nacional y departamental, se necesita inversión para poder desarrollar procesos locales de transformación y comercialización; es importantísimo poder contar con una pasteurizadora en la ciudad de Popayán, que es el epicentro lechero del departamento del Cauca», dijo el dirigente del Comité de Ganaderos de Cauca.
Contrabando de queso y menor demanda hacen caer el precio de la leche
En otros departamentos, la reducción en el pago de la leche se repite pero no por la salida de una gran industria sino por las caídas en las ventas de las queseras locales. Por ejemplo, ganaderos en Caquetá denunciaron que estas acopiadoras dejaron de pagar hasta $1.000 por litro. (Lea: A ganaderos en Caquetá les bajaron hasta $1.000 por litro de leche)
Así lo indicó Giovany Mauricio Osorio Monsalve, quien aseguró en un correo que «en lo que va del año el precio por litro ha disminuido en algunas partes 700 pesos, donde pasó de $2.400 a $1.700 y en los lugares más alejados si están haciendo lo que quieren, pues ha pasado de $2.300 a $1.400 es decir una disminución de $900».
Nelson Velásquez, director de Operaciones de Alimentos Gamar y Vida Láctea en San Vicente del Caguán, explicó que el precio ha estado bajando porque el quesillo y el queso salado no tienen la misma demanda que hace más de un mes y medio. Las ventas de queso han caído un 50% y esa pérdida la trasladaron al pago de los ganaderos.
«Hubo una época en que el precio de la leche estuvo muy alto, por lo que el precio del queso se disparó. Hubo un abastecimiento de producto caro que frenó la demanda, y frenada la demanda se produjo un taco en el mercado que no permitió la evacuación del producto. Eso hizo que la leche cayera a unos niveles bajos que perjudican tanto al ganadero como al industrial, porque al industrial en el negocio del queso vive del flujo del capital. Si no hay venta, no hay utilidades», indicó.
Un problema similar al que viven los ganaderos de Nariño es el contrabando de queso, pero en esta región el que proviene de Venezuela. De acuerdo con Velásquez, este problema parece haberse agravado con la reapertura de la frontera: «Por el lado de Arauca hacia Venezuela, es una región productora de queso y quesillo. El acceso por ese corredor no es muy controlado y entra gran cantidad de queso y de ganado a Colombia».
Justamente, en el departamento fronterizo los ganaderos están atravesando su propio viacrucis por cuenta de la caída en la demanda de queso. Productores en Tame (Arauca) contaron que el precio ha caído 50% en las últimas semanas, pasando de $2.000 a $1.000 por litro. «Nos dicen que puede bajar un poco más», advirtió Jonathan Darío Ávila Cuellar, gerente del Comité Regional de Ganaderos de Tame (Arauca).
Los ganaderos venden la leche a las empresas transformadoras locales, que elaboran queso crema y lo venden en Bogotá. Por esta razón, deben competir con los precios de otros productores y otras regiones. Esto hace que los transformadores tengan mayores dificultades para conservar un pago y se ven obligados a modificarlo según se comporten las ventas en la capital del país. Pero además hay un problema mucho más grave y es el contrabando de queso de Venezuela, que llega más barato.
«En Bogotá argumentan que hay un problema fronterizo, específicamente de Venezuela, porque está ingresando demasiado queso venezolano a muy bajo costo. A eso se suma el problema de los TLC, que ingresa demasiada leche en polvo y las empresas lo consumen y no compran nuestro producto», afirmó.
Un «junio negro» para los productores de leche
Así lo calificó el presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, en su más reciente columna «Leche y paz», señalando que «con caída del precio al ganadero, la situación en el suroccidente, por la salida de Alpina del Cauca y de Alquería de Nariño, nos lleva al tema de la estructura de nuestra producción lechera, mayoritariamente minifundista, y al de su sensibilidad frente a la violencia rural y las situaciones de crisis».
El dirigente recordó que se trata de una problemática estructural de la cadena láctea, pues de los 7.000 millones de litros que produce Colombia al año, la mitad es comercializada de manera formal y el resto se coloca en la informalidad. A juicio de Lafaurie, esto le da a la industria una posición dominante, agravada por las importaciones de lácteos que crecen cada año y que en 2023 aumentarán si el dólar sigue a la baja.
Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, señaló que el pago promedio al productor de leche cayó levemente en abril (según datos oficiales de la Unidad de Seguimiento de Precios de Leche del Minagricultura) y podría seguir cayendo en los próximos meses por cuenta de condiciones climáticas más favorables. (Lea: Precio de leche podría seguir bajando en los próximos meses)
«Varias personas de la industria me han dicho que estamos es un escenario bueno para producción de pastos, y por lo tanto, de leche. (…) Como veníamos muy estimulados con el precio, los ganaderos elevaron su producción. Pero ante la mejora productiva, los precios han bajado en algunas regiones, aunque no en todas, como en los Llanos orientales, Caquetá o la Costa, donde el verano está muy fuerte», apuntó.
Para atender las deficiencias estructurales en la cadena, Lafaurie anotó que desde Fedegán ya se han planteado algunas soluciones que involucran la revisión de los TLC con Estados Unidos y la Unión Europea así como «la incorporación de la leche en el PAE y las compras públicas de alimentos; prohibición progresiva de la distribución de leche cruda, el subsidio a productos de bajo costo para incentivar consumo en sectores vulnerables, control al precio de los insumos y vías que disminuyan el costo del acopio», así como la asociatividad promovida desde el Estado, el crédito y la asistencia técnica.
Pero estas soluciones deben implementarse cuanto antes, pues muchos ganaderos dejarán de serlo si les bajan el precio mientras que los costos de los insumos siguen por las nubes. Además, quedan menos de 3 años para la eliminación total de los aranceles para las importaciones de leche en polvo procedentes de EE. UU. Sin duda alguna, «se trata de la supervivencia de más de 554 mil productores en todo el país», como dijo el presidente de Fedegán.