En el municipio de Toro, departamento del Valle del Cauca, a 960 metros sobre el nivel el mar, se encuentra El Encinar de Mamrre, una hacienda ejemplo a seguir por la implementación de tecnologías avanzadas para manejar el hato bovino y producir leche que se vende a la industria por encima de los $1.000. En el predio se concentran 241 animales, entre los cuales el 25 % corresponde a bovinos Gyr puros y el 75 % restante a Girolandos plus, convencionales y con cruces. (Lea: 5 consejos para que genética bovina surta el efecto esperado) El sistema de producción lechero de la finca se maneja a campo abierto, pero el Fenómeno de El Niño secó los forrajes y obligó a su dueño a crear espacios semi estabulados en los que se incorpora la comida para las reses. Silo de maíz, concentrados y heno son consumidos por los animales. El alimento se suele fabricar en la finca; sin embargo, ante la altas temperaturas y el alza del dólar, ha sido menos rentable producir la comida en el predio en lugar de comprar productos comerciales, toda vez que la generación de silo no es a alta escala sino para el consumo interno del hato. “Estamos dando suplementos comprados, aunque en épocas buenas los sembramos en la hacienda”, señaló Juan Camilo Gamboa, médico veterinario a cargo del manejo de El Encinar de Mamrre. El la hacienda, con todo y dificultades climáticas, se producen entre 800 y 1.100 litros de leche al día, en 2 ordeños y con 66 vacas lactantes. En promedio, cada res produce 14 litros en una zona del trópico bajo colombiano y con animales Cebú y cruzados con Holstein. (Lea: Entregan 334 toros élites para mejorar líneas cárnica y lechera) Las propiedades de inocuidad y calidad de la leche les ha permitido a sus propietarios comercializar el litro a $1.050 a la industria láctea nacional. Todo esto se debe al manejo integrado que con tecnologías de punta se le ha dado a la finca. Es así como a los 5 días de nacidos, después del destete, se incorpora en los terneros un chip que contiene un código con 15 números que se convierte en su cédula. “Siempre tendremos el mismo número para los animales. Este va con un software que arroja datos del manejo. Toda la información que necesitamos la tenemos en tiempo real”, explicó el médico veterinario. El chip tiene una batería que puede durar hasta 30 años, con más de 100 mil lecturas. “Nunca se acabará”, apuntó. El software ganadero, empleado desde 2012 en El Encinar de Mamrre, fue elegido para fortalecer el sistema de seguridad del hato. Si el dueño o el médico veterinario quieren acceder al predio, no necesita desplazarse hasta él. El sistema de identificación animal, seguridad y trazabilidad fue diseñado para hacerles seguimiento a los semovientes desde la distancia. (Lea: Así produce carne y leche de calidad un criador de Simmental) “El monitoreo se puede hacer las 24 horas del día. Hay cámaras a las que se acceden porque están conectadas a Internet para verificar en tiempo real labores en finca como el ordeño”, manifestó Gamboa, que desde un computador en otro país puede ingresar al predio para tomar decisiones, seguir procesos de producción y guiar al personal que allí trabaja.
Encinar de Mamrre nació en 2011, describió Gonzalo Franco, propietario de la hacienda, "con un núcleo de gran importancia genética de ganado Gyr, Girolando, Guzerá y Brahman Rojo". Desde entonces se tomó conciencia de la importancia de trabajar de la mano con la tecnología, que incluye, sistemas de gps para ubicar la maquinaria y definir el consumo de combustible, labores realizadas y horas de funcionamiento de los equipos para recordar fechas de mantenimiento, monitoreo de verificación del personal que está al cargo del ganado y de conteo de reses en el predio. "Con estos sistemas y alguno otros que estamos implementando, se espera poder controlar la empresa con registros de medición y verificación que permitan agilizar los procesos administrativos, sin tener que estar todo el tiempo presente. Igualmente, poder dirigir lo que se hace desde cualquier lugar del mundo. La meta es integrar por completo la tecnología al servicio de la empresa", concretó Franco.
Hernán Zapata Mejía, profesional en Cartago de Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, dijo que la finca ha sido identificada como modelo en el norte del Valle del Cauca por la incorporación de esas innovaciones. Además se destaca su implementación de programas de inseminación artificial, sincronización, transferencia y aspiración de embriones, bajo asesoría de expertos en el tema. Gamboa afirmó que la hacienda comercializa genética de calidad y los ejemplares más sobresalientes concursan en eventos feriales para dar a conocer los logros alcanzados. Por ello,el esfuerzo hecho en la finca se ve reflejado en los resultados de producción láctea y en la generación de ejemplares con alta genética.