Los ganaderos del centro del departamento siguen viviendo la crudeza del fenómeno de El Niño, que no da tregua. Algunos reportaron alta mortalidad y producción nula porque sus animales están desnutridos.   Felipe Tadeo Begambre, profesional en Cereté del Fondo Nacional del Ganado, FNG, indicó que en municipios como Montería, San Carlos y Ciénaga de Oro, las afectaciones por la sequía han sido muy graves.   “Los productores alimentan de cualquier manera a sus ganados. Ellos pican el tallo del plátano, los que lo tienen. Otros deben buscar otras semillas o cascarilla de alguna planta, como el orejero”, contó. (Lea: Ganaderos cordobeses no soportan más la falta de lluvias)   Sin embargo, explicó que muchos ganaderos deben recorrer hasta 3 o 4 kilómetros en búsqueda de plantas arbustivas como el orejero o el trupillo, pues sus predios están desérticos sin pasto ni árboles. Los resultados: los animales están flacos y apenas se sostienen.   La última ayuda que recibieron de alimento fue en febrero, pero no fue suficiente porque solamente se atendieron a 400 ganaderos de los más de 4.000 que hay en los municipios del centro del departamento.   Antonio Argüello, ganadero cordobés, aseguró que el verano ha sido devastador, pues desde el mes de noviembre hasta mediados de abril no llovió, y se quedaron sin agua y alimento para sus animales. (Lea: ¿Cómo afecta la sequía a un pequeño, mediano y gran ganadero?)   “Tuve que vender 3 animales porque la situación se puso crítica. Con eso me sostuve porque los que me quedaron dejaron de producir leche. Compré silo porque por acá hacen cosechas y eso facilita la compra”, explicó.   Solamente hasta hace 8 días cayeron 2 aguaceros que hicieron reverdecer los prados, aunque no son muy fuertes y apenas cubren unas zonas.   Yeri Berástegui, ganadero y funcionario de la Umata de Ciénaga de Oro, también fue gravemente afectado por la sequía. (Lea: El verano ha convertido al Cesar en un desierto)   “Afortunadamente yo manejo mis potreros con rotación y hemos podido sostenerlo con un poco de silo que nos regalaron Fedegán y Ganacor. Y el agua la obtengo de pozos artesanales que tiene la parcela”, dijo.   El ganadero de Ciénaga de Oro habla sobre la alta mortalidad de bovinos en el municipio