El Convite Campesino: una asociación que impulsa la agroecología en Arcabuco

Katherine Mesa, miembro de la asociación El Convite Campesino en el municipio de Arcabuco (Boyacá), describió la labor de este colectivo que, en sus cuatro años de existencia, se ha dedicado a la producción agroecológica y a la defensa del medio ambiente.

“Somos una organización diversa, como nuestro ecosistema biodiverso. Nos encargamos de producir diferentes tipos de alimentos a través de la agroecología para que la sociedad reflexione sobre el origen de sus alimentos”, explicó Mesa. (Lea en CONtexto ganadero: Por qué si se puede ser competitivo y rentable con la agroecología)

La asociación, integrada por 35 familias, se dedica a la producción de huertos con hortalizas, frutas y verduras, además de otros productos como encurtidos, lácteos, amasijos tradicionales y hongos medicinales. Este enfoque no solo busca mejorar la calidad de vida de los campesinos, sino también fomentar prácticas sostenibles y responsables con el medio ambiente.

El apoyo colectivo

De acuerdo con Katherine, la colaboración entre los miembros de la asociación es esencial y no se ven como competencia, sino como un apoyo para ser más productivos y contribuir al cuidado del medio ambiente.

En concordancia con esta filosofía, el Convite Campesino organiza actividades como encuentros en las fincas de los afiliados, donde desarrollan proyectos de comercialización y comparten conocimientos.

“Nos reunimos todos mensualmente en convites para apoyar procesos en cada finca. También tenemos una escuela agroecológica, donde aprendemos mutuamente. Cuando visitaron mi espacio, les enseñé sobre los hongos: dónde crecen, cómo reproducirlos y qué tipos existen”, indicó.

Este intercambio de conocimientos no se limita a los adultos. La asociación también incluye a jóvenes, como Felipe, de 13 años, quien ha innovado en el uso de compost de escarabajos. “Él nos enseñó que este método permite procesar todo tipo de desechos orgánicos, incluyendo cítricos y comida cocinada. Es increíble cómo los jóvenes aportan nuevas ideas”, comentó.

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Circuitos cortos: una apuesta sostenible

Uno de los pilares del modelo de El Convite Campesino es la comercialización mediante circuitos cortos. Cada martes, la asociación tiene un espacio en la plaza de mercado de Arcabuco para ofrecer sus productos agroecológicos.

“Creemos en fortalecer los procesos locales. No tiene sentido enviar un pimentón de Boyacá a la Amazonía. Es más viable que cada región apoye a sus productores a través de circuitos cortos”, explica Mesa. Esta estrategia no solo reduce costos y emisiones de transporte, sino que también fomenta una conexión más directa entre productores y consumidores.

Además, Katherine destaca la necesidad de que las ciudades se involucren más en la producción de alimentos. “Las ciudades deberían producir su comida. En lugares como Usme, Engativá y Suba, podrían fortalecerse las huertas agroecológicas”, propuso. (Lea en CONtexto ganadero: El campesino como sujeto de derechos y protección ya está en la Constitución)

Reivindicación del trabajo campesino

La experiencia de Katherine como “neocampesina” (así se autodenomina) también resalta la importancia de valorar el trabajo rural. Aunque nació en Bogotá, decidió volver al campo para reconectarse con sus raíces y apostar por un modelo de vida sostenible.

“Es indigno que alguien trabaje más de 12 horas al día por menos de un salario mínimo. Es necesario que el campo ofrezca oportunidades y derechos, especialmente para los jóvenes. Muchos ven el éxito como salir del campo, pero queremos mostrar que aquí también hay futuro”, afirmó.