El fenómeno de El Niño sigue dando de qué hablar en muchas regiones de Colombia. En Boyacá el contraste se inclina por la falta de homogeneidad en precipitaciones para el sector rural y a los ganaderos les preocupa esta situación.

Mientras en zonas orientales del departamento, como Villapinzón, Ventaquemada y Guasca, las lluvias de abril han llegado esporádicamente, en el sector occidental las precipitaciones caen en grandes volúmenes. Esta eventualidad tiene felices a unos pero preocupados a otros, pues los pastos no están creciendo y sus ganaderías están siendo afectadas. Lea: (“No se sabe hasta cuándo irá fenómeno de El Niño”: directora del Ideam)

Enrique Ortega, productor del área oriental de Boyacá, afirma que “el fenómeno de El Niño fue un poco más extremo de lo que normalmente ocurre en años anteriores y esto se debe a dos razones: la disminución de las lluvias desde mediados de diciembre y por la intensidad de la temperatura que subió en los días más calurosos por encima de 25°, lo que golpeó los pastos y aumentó la necesidad de agua”.

En este escenario, el verano ha sido mucho más intenso, lo que ocasiona que la producción de leche haya disminuido en toda la zona. “Las lluvias han sido mínimas porque en la región no llueve homogéneamente, es decir, que en 5 o 10 kilómetros de distancia puede haber un cambio diferente de aguaceros”, asegura Ortega. Lea: (Precio de leche cae en las cuencas lecheras de Boyacá y Cundinamarca)

Desde hace pocos días, las lluvias han comenzado a aparecer, pero los volúmenes han sido de escasos milímetros que no alcanzan a mojar las tierras, provocando que las pasturas no se logren recuperar de los efectos que deja la intensa sequía.

Por lo anterior, “los ganaderos ya llevan 3 meses en la utilización de las reservas que tenían y hubo un periodo especulativo sobre los forrajes que ocasionó un alza en los precios de estos y una alta inversión por parte de los productores”, expresa Ortega.

En contraste, en la zona occidental del departamento de Boyacá, los volúmenes de precipitaciones son elevados, especialmente en la zona dedicada a la minería de esmeraldas. (Llegada de las lluvias alivia temporalmente a ganaderos en Boyacá)

“La última quincena de marzo y el mes de abril son tradicionalmente una época donde caen grandes cantidades de lluvias importantes para el sector”, asevera Víctor Fajardo, presidente de la Federación de Ganaderos en Boyacá, Fabegán.

Esto genera que los pastos logren tomar los nutrientes y el color que necesitan para ser alimento de los animales y también la siembra de algún tipo de forraje por parte de los ganaderos más dedicados, de tal forma que sus cosechas se puedan presentar para los meses de junio y julio.

“En términos generales, exceptuando las regiones orientales que han llegado a los extremos, en el departamento las lluvias han sido las necesarias a efecto que las pasturas tengan hoy una condición importante, pues ha habido también episodios grandes de luminosidad lo que hace que con la humedad de suelos las plantas crezcan y haya una oferta de forraje importante”, indica Fajardo.

Los ganaderos de Boyacá esperan que para el mes de abril sigan aumentando las precipitaciones y con esto la producción en sus ganaderías, para así lograr un equilibrio y recuperación en las tierras que tanto lo necesitan.