El terror y la violencia se han adueñado de los ganaderos en el departamento de Sucre, Colombia. El 'clan del Golfo', uno de los grupos criminales más grandes del país, ha tomado la región del San Jorge y La Mojana como una zona de presión para extorsionar a los productores de ganado.
Los métodos que utilizan son atroces: ingresan a las fincas de los ganaderos, disparan contra los animales y los sacrifican con motosierras para presionar el pago de las extorsiones. En algunos casos, la carne es dejada tirada en la propiedad, como una muestra de la brutalidad con la que actúan.
El resultado de estas acciones ha sido devastador para los ganaderos. Han perdido sus animales y su patrimonio se ha visto gravemente afectado, mientras que la inseguridad y la incertidumbre han tomado el control de sus vidas. Incluso personas de la tercera edad, como el padre del actual alcalde de San Juan de Betulia, han sido víctimas de estos actos violentos.
Las autoridades parecen estar perdiendo el control de la situación, y los ganaderos se sienten desprotegidos y abandonados. A pesar de todo, muchos de ellos han decidido no abandonar sus fincas, que representan su vida y su sustento, y han prometido resistir a los criminales.
Sin embargo, la situación se complica aún más debido a la presencia de un segundo grupo de extorsionistas que también presiona a los ganaderos y ha entrado en disputa con el 'clan del Golfo'. Esto aumenta la violencia y el riesgo de muerte para los habitantes de la zona.
Los habitantes de Sucre necesitan el apoyo y la protección del Estado para poner fin a esta situación de terror. Es fundamental que las autoridades tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad de los ganaderos y sus familias, y para perseguir y castigar a los responsables de estos crímenes atroces. No se puede permitir que la violencia y el miedo sigan gobernando la vida de las personas en esta región de Colombia.
Capturan a presunto integrante del Clan del Golfo que extorsionaba ganaderos
Esta semana se conoció la noticia de la captura y envío a prisión de Jorge Leonardo Miranda Páez, alias 'El Gallo', presunto integrante del Clan del Golfo. Este individuo es acusado de cometer delitos graves, como el concierto para delinquir, fabricación, tráfico o porte de armas de fuego y la utilización ilegal de redes de comunicación. Pero su acción más peligrosa era presionar a la población para pagar cuotas de dinero a cambio de no atentar contra sus vidas y las de sus familias.
Según la información proporcionada por la Fiscalía General de la Nación y la Policía Judicial, 'El Gallo' visitaba a ganaderos, comerciantes y agricultores en la Depresión Momposina, específicamente en los municipios de San Fernando, Margarita y Mompox, en el departamento de Bolívar. Allí les exigía el pago de sumas de dinero a cambio de su seguridad. Se presume que este individuo se identificaba como miembro del Clan del Golfo, una de las organizaciones criminales más peligrosas de Colombia.
Además, 'El Gallo' también visitaba establecimientos públicos, como bares y tiendas, donde supuestamente amenazaba a los dueños y les pedía 3 mil pesos por cada canasta de cerveza vendida. Del mismo modo, iba a las distintas fincas de la región y exigía 10 mil pesos por cada cabeza de ganado. A los mineros, les pedía el 20 por ciento de la producción mensual. Todo esto le permitía recaudar alrededor de 80 millones de pesos cada mes, dinero que, según la Fiscalía, servía para el sostenimiento del Clan del Golfo.
Sin embargo, gracias a la labor de la Policía Judicial, se logró establecer la culpabilidad de 'El Gallo' y la Fiscalía General de la Nación, junto con el Gaula de la Policía y el Gaula de la Armada Nacional, trabajaron de manera articulada para capturarlo en el corregimiento de Guasimal, jurisdicción de San Fernando. Durante su detención, se le incautó un radio de comunicación, un arma de fuego, un proveedor y siete cartuchos.