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Turismo rural

Foto: Cortesía

Durante la Semana Santa, los visitantes que más buscan estas vivencias rurales son extranjeros de Europa y Norteamérica.

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El campo renace con el turismo rural en la Semana Mayor

por: Melanny Orozco- 31 de Diciembre 1969

En Filandia, Quindío, el turismo comunitario ha dejado de ser una alternativa para convertirse en una fuente de ingresos para las comunidades. Durante este tiempo, esta práctica cobra vida con rutas agroturísticas que impulsan la economía campesina y fortalece la cultura local.

En Filandia, Quindío, el turismo comunitario ha dejado de ser una alternativa para convertirse en una fuente de ingresos para las comunidades. Durante la Semana Santa, esta práctica cobra vida con rutas agroturísticas que impulsan la economía campesina y fortalece la cultura local.


Duranta la Semana Mayor, cuando entre 120.000 y 130.000 personas llegan al municipio de Filandia, el campo se convierte en protagonista.

Desde las veredas, hasta las fincas productivas, comunidades enteras se preparan para recibir visitantes que ya no buscan solo una visita panorámica, sino experiencias reales con aroma a café, miel y tierra fértil. (Lea en CONtexto ganadero: 3 innovadoras ideas de negocio para el turismo rural en Colombia II)

El mismo turismo comunitario ha tomado fuerza como una herramienta de desarrollo sostenible en esta región del Quindío.

Así lo afirmó Cristian López, secretario de Gestión Rural y Desarrollo Sostenible de Filandia: “nos ayuda a dinamizar la economía rural y descentralizar el turismo del parque principal. Ya no es solo el mirador y el recorrido por la región, ahora hay rutas organizadas, costos definidos y productos auténticos como el tour del café, el avistamiento del mono aullador, etc.”


Rutas con esencia campesina


La joya de esta estrategia se llama ‘Tesoros de la India’, una ruta comunitaria que articula diversas experiencias en las veredas de La India, La Julia, La Castilia, La Lotería, La Morelia, La Palmera y La Cauchera.

Allí, campesinos ofrecen desde cabalgatas y senderismo hasta recorridos para conocer la crianza del cuy, la producción de miel o el fascinante mundo de los insectos.

El tour del café y el avistamiento del mono aullador lideran la preferencia de los turistas, seguidos por experiencias sensoriales relacionadas con las flores y los productos de la tierra. También hay espacio para los saberes ganaderos, especialmente a través de la cabalgata que conectan veredas de tres departamentos vecinos.


Economía que se reinventa


Este modelo ha fortalecido el concepto de la economía circular rural. En palabras del secretario López, “la señora que hace las arepas le vende al restaurante, el restaurante le da el almuerzo al guía local, y todos están dentro del mismo ecosistema económico”.

La campaña ‘Filandia compra Filandia’ premia a los negocios que compran productos locales con descuentos de hasta el 20 por ciento en impuestos de industria y comercio. Además, el mercado campesino se realiza dos veces al mes, facilitando la venta directa del productor al consumidor sin intermediarios.


Café como emblema económico


Uno de los modelos más exitosos en esta sinergia campo – turismo es el del café. Más de 60 pequeños productores venden directamente sus marcas en una tienda ubicada en el parque principal, ofreciendo desde un tintico a $1.500 hasta libras de café premium. Cada productor puede recibir ingresos entre $500.000 y $1.000.000 cada 15 días, dependiendo de la demanda.

Pero la consigna en Filandia es clara, no abandonar la actividad agropecuaria, sino complementarla. “Lo que buscamos es que la gente les pague por ver lo que ya hacen. Por eso no dejamos la agricultura, sino que la convertimos en experiencia”, explicó López.


Proyección internacional


Durante la Semana Santa, los visitantes que más buscan estas vivencias rurales son extranjeros de Europa y Norteamérica, junto a nacionales de Antioquia, Cundinamarca y el Valle. Quieren aprender a ordeñar una vaca, sembrar café o montar a caballo. Buscan reconectar con la naturaleza y aprender desde la raíz.

Lo que comenzó como una iniciativa para diversificar la oferta turística, hoy representa una nueva manera de entender el desarrollo rural.

El turismo comunitario en Filandia no solo rescata saberes ancestrales y promueve la identidad campesina, sino que se consolida como una fuente real de ingresos y esperanza para cientos de familias rurales. (Lea en CONtexto ganadero: Con tecnología, Filandia impulsó su ganadería en su primera gran subasta)