A medida que llegan reportes de robo de ganado desde distintas regiones, el país comienza a entender que esta práctica ha dejado de ser aislada, pues los delincuentes se organizan de manera sistemática para hurtar semovientes. Son muy pocos los rincones de Colombia donde no se fragua este delito. En general, el país ganadero es víctima de una problemática que empeora con el paso del tiempo y sobre la cual no ofrecen soluciones a la vista. Rodolfo Urrutia Vélez*, ganadero en Cundinamarca, denunció con preocupación el incremento de casos de abigeato en varios sectores del departamento. (Lea: Seguridad rural no mejoró, otra promesa que Santos incumplió) “En las últimas semanas se ha registrado un movimiento muy grande que viene desde el páramo de Guerrero, San Isidro, El Carrizal, Río Frío hasta Tabio. Se están presentando robos los lunes, martes y miércoles, según los datos de la Policía”, dijo. Lo que más inquieta al productor es el nivel de habilidad de los cuatreros. Según contó, se han especializado en armar establos y embarcaderos provisionales para subir los ganados a los camiones. Como si fuera poco, también aprendieron a falsificar las guías de movilización para evitar los controles de los oficiales. La misma queja se presenta en departamentos del Caribe como Bolívar y Cesar. En municipios como Pinillos y Chiriguaná, los delincuentes también se preparan con suficiencia para cometer los asaltos. “La semana pasada fuimos víctimas del hurto de 11 vacas que afortunadamente logramos recuperar. En el sitio de los hechos los bandidos tenían armado un corral donde iban a cargar los animales y apenas llegamos, salieron huyendo”, dijo Fabián Urbina, ganadero del municipio del Cesar. Añadió que los cuatreros llegan incluso a borrar los hierros de los semovientes y los marcan con otros que registran en licencias de movilización también elaboradas por ellos mismos, para pasar los retenes sin problemas. En el sur del país, hay casos mucho más preocupantes. En Nariño, un diario local reportó que la banda ‘Los Botinas’, dedicada a la piratería terrestre y al abigeato, fue desarticulada a finales del mes pasado. De acuerdo con la información entregada por la Policía, los criminales amenazaban a las personas con granadas para quitarles objetos personales y robar animales. En Caquetá, otra banda que también hurtaba ganado fue capturada a finales de agosto. De hecho, el grupo Gaula de la Policía los capturó justo en el momento en que robaban 120 reses. (Lea: El abigeato no es exclusivo de las principales zonas rurales del país) En Casanare, tanto el robo de ganado como el carneo son una situación cotidiana. Yonency Amaya, presidente del Comité de Ganaderos de Trinidad, sostuvo que está muy preocupado por la situación en Casanare. Él mismo fue víctima de este delito cuando le robaron unos toros, por lo que pidió a las autoridades incrementar la vigilancia ante el creciente número de casos. (Lea: ¿Quién controla el abigeato en Casanare?) A los ganaderos de todo el país les preocupa que los delincuentes son apresados y soltados en pocas horas porque las penas son flexibles. Actualmente cursa un proyecto de ley en el Congreso que pretende aumentar las penas a las personas que comentan este delito. “La Policía no atrapa a un delincuente de esos y cuando los captura procede a soltarlos inmediatamente, eso indica que no hay ningún tipo de castigo. Yo realmente no sé qué se puede hacer”, dijo el dirigente de Trinidad. Chocó es una de las pocas regiones donde los casos de abigeato son raros y aislados. Así lo manifestó Ovidio Cortés García, presidente ejecutivo de la Federación Departamental de Ganaderos del Chocó, Feganachocó, quien agregó que esto se debe a 2 razones. (Lea: Ganaderos denuncian pero no ven resultados frente al abigeato) Según el dirigente gremial, el problema del robo de ganado no es tan común porque el gremio en Chocó no es tan grande y todos, ganaderos y comerciantes, se conocen entre sí. La segunda razón la atribuyó a una contradicción propia de la región: “La falta de vías de acceso al departamento hacen que el abigeato no se vea tanto por acá”, declaró, dando a entender que la falta de atención del Estado a ese tema es la que ha contribuido a que el delito no llegue a esa zona.