Las inesperadas precipitaciones que se vienen presentando en la población han ocasionado anegaciones en los potreros. Por cuenta de ese fenómeno, la producción lechera ha caído en un 75 %.   La situación de los agricultores y ganaderos de algunas zonas de Cundinamarca es muy complicada por cuenta del clima.   En 2016, el verano fue la constante durante gran parte del año y las precipitaciones fueron escasas. Al inicio de 2017 las dificultades llegaron por cuenta de las heladas y ahora unas leves lluvias provocaron inundaciones. (Lea: Cundinamarca, otro departamento golpeado por recientes heladas)   Eso es lo que están viviendo los productores de Fúquene, quienes aún no entienden cómo unos aguaceros atípicos han sido capaces de cubrir de agua varias hectáreas de pastos y zonas destinadas para la producción de papa, cebolla y otra serie de cultivos.   El director de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, Umata, en Fúquene, Juan Ramón Alvarado, explicó que debido a la intensidad de las precipitaciones hubo casos de anegaciones por factores como agua escorrentía, filtraciones e incluso se cree que hay lugares en los que el suelo está muy permeable por el fuerte verano que golpeó al municipio.   Calificó como “complejo” el panorama, ya que la sísmica de los suelos y su conformación es crítica por cuenta de las grietas que hay en el terreno, por lo que se cree que esa sea la causa de las inundaciones.   Confirmó que por ahora no se sabe con certeza si el nivel de la laguna, que tiene el mismo nombre del municipio, también es la causante de la emergencia.  (Lea: 10 dificultades que enfrentaron los productores de Cundinamarca en 2016)   “Desde el Comité de Riesgo Municipal se han brindado algunas ayudas, así como de la mano de la Corporación Autónoma Regional, CAR, se ha trabajado intensamente en la construcción de algunas obras de mitigación. Los ganaderos han recibido silos que teníamos del año pasado, que entregó el Ministerio de Agricultura”, reseñó.   Por su parte, Jesús Alberto Fajardo, presidente de la Asociación de productores y procesadores lácteos de Fúquene, Arcalac, dejó ver su preocupación por lo que viene ocurriendo en la población, ya que no se conoce la razón para que los predios estén llenos de agua y hasta ahora la administración viene tomando cartas en el asunto.   A eso se le suman las dificultades que deben enfrentar los ganaderos, que en muchos casos han tenido que recurrir a la trashumancia a poblaciones cercanas en donde tienen pasto y agua disponibles; otros prefirieron poner a salvo sus ejemplares en las partes más altas del municipio. (Lea: Lecheros de Cundinamarca piden al MinAgricultura política para el sector)   “Ese estrés ocasionado por la movilización del ganado ha ocasionado que la producción lechera caiga en un 75 %. Lastimosamente no hemos recibido mayores ayudas, la CAR ha sido muy reacia frente al fenómeno y la Alcaldía apenas está haciendo reuniones para ayudarnos”, lamentó.   El funcionario agregó que ya envió una comunicación a la cartera Agropecuaria alertando sobre los daños que ocasionaron las heladas hace unas semanas y ahora las inundaciones, con el propósito de obtener beneficios o materiales, pero reconoció que no es un trámite sencillo y deben esperar varios meses hasta que les den alguna respuesta.