La quema de los pastos por cuenta del intenso verano y las fuertes lluvias que cayeron en la región mermaron seriamente los ingresos de los productores ubicados en los municipios de Guachucal, Cumbal y Aldana.
Muy afectados económicamente se encuentran cerca de 20 mil ganaderos de 3 municipios de Nariño, quienes por cuenta del clima perdieron más de 1.000 hectáreas de pasturas; lo que sumado a las pérdidas que registraron por cuenta del Paro Agrario Nacional tiene en serias dificultades a los productores de esta zona del país. (Lea: Las fuertes heladas afectarán la producción láctea en Boyacá)
Según explicó Bayardo Pérez, coordinador de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, Umata, de Guachucal, la reducción de alimento por cuenta del verano intenso, impactó de forma negativa la producción lechera en la provincia de Obando, dejando pérdidas que superan los $200 mil millones.
“La quema de los pastizales causada por el verano y el invierno mermaron la actividad productiva y comercial de los campesinos de Guachucal, Cumbal y Aldana. Si bien en dichas poblaciones hasta julio de este año producían 190 mil, 150 mil y 120 mil litros diarios de leche respectivamente, ahora obtienen entre 90 mil y 100 mil litros”, señaló el funcionario. (Lea: Fuertes heladas tienen al borde del colapso a productores de Boyacá)
Por su parte, Francisco Tapié encargado de la Umata en Cumbal, aseguró que en el municipio lo que está generando la ruina entre los productores es la adquisición de los insumos para los animales, ya que muchos dependen de la producción diaria.
“El inconveniente del paro incrementó los costos de producción y la disminución de los ingresos, por eso, así como van las cosas, los más de 6.000 pequeños productores de la población tienden a desaparecer o a cambiar de actividad económica”, expresó Tapié. (Lea: Cultivos de flores en la Sabana de Bogotá, en riesgo por heladas)
Por su parte, Pedro Muriel, subdirector ejecutivo de la Sociedad de Agricultores de Nariño, Sagán, aseguró que en el departamento fue víctima de todos los males posibles y la crisis sigue haciéndose aún más crítica, sin recibir ayuda alguna por parte del Gobierno Nacional o el local.
“Fueron 18 días los que duró el paro, lo cual afectó a aquellos productores que viven de entregar la leche y que no pudieron entregársela a nadie, lo que significó una quincena sin flujo de caja y ahora es el clima, ya que hay unas heladas muy intensas que han perjudicado seriamente los potreros, lo cual ha generado que la producción en la cuenca lechera disminuya seriamente”, expresó Muriel. (Lea: Ganaderos de Boyacá, los más afectados por temporada seca)
Frente a estas situaciones, los ganaderos del departamento piden ayudas urgentes por parte de los entes gubernamentales, ya que las cuentas por pagar siguen llegando, pero no hay dinero en caja para cancelarlas.