Los productores del municipio de Cundinamarca están indignados debido al robo que sufrió una ganadera de la región, pues destazaron 4 reses Jersey de alta genética de su propiedad para hurtar la carne, avaluadas en al menos $24 millones.   Cuando Sonia Ospina* salió en la mañana del lunes 22 de mayo a ver sus animales en su predio de la vereda Boquerón Alto, se encontró con una imagen desgarradora: los cadáveres de 4 de sus reses estaban esparcidos por el suelo.   Apenas las cabezas, los huesos y un rastro de piel era lo único que habían dejado los ladrones, que se llevaron el resto de la carne para seguramente venderla a algún expendio. (Lea: El abigeato está desbordado en el Magdalena medio)   Aunque esta escena ya es común en otras regiones de Colombia, donde cada día cientos de ganaderos son víctimas del abigeato y el despellejamiento de sus animales, esta es la primera vez que los habitantes de la zona presencian una imagen como esta.   La ganadera no hizo la denuncia, sino su vecino Andrés Salamanca*, quien tomó algunas fotografías y las publicó en redes sociales para denunciar el atropello del cual Sonia había sido víctima.   “Eran 2 vacas que estaban en su séptimo mes de gestación y 2 que estaban secas para ser servidas”, aseguró. (Lea: Redes del abigeato golpean con fuerza al centro del país)   Las reses estaban preñadas gracias a un programa de mejoramiento genético adelantado por la Asociación Agroláctea de la vereda El Tejar, Agrolacte. Este hecho resulta más indignante para los productores, pues las pérdidas no solo conciernen el valor comercial.   “Para otros es una estadística más. En cambio, para el ganadero es un trabajo de 5 años de mejoramiento continuo y es muy triste que suceda eso, máxime si se tienen ubicados mataderos clandestinos en el pueblo”, agregó Salamanca.   En efecto, estos ejemplares se habían desarrollado con excelente genética y de hecho los 2 fetos eran Jersey puras, porque eran el resultado de cruzamientos para obtener una raza pura por absorción. (Lea: Abigeato está llegando a lugares donde no se presentaban casos)   Así pues, todas las inversiones en pajillas, transferencia de embriones, medicamentos, alimentos y demás insumos para lograr una preñez de esta calidad se perdieron en apenas unos instantes por la barbaridad de los responsables del robo.   De acuerdo con las versiones de un testigo, los delincuentes habrían escapado en un vehículo Chevette de color rojo, que fue visto el día del robo hacia las 4 de la mañana.   El ganadero hizo un llamado a las autoridades para ejerzan mayor vigilancia, pero insistió en que la responsabilidad no debe recaer únicamente en la Fuerza Pública, sino también en las entidades sanitarias. (Lea: Preocupación por aumento de sacrificio clandestino en Boyacá)   Para él, Chocontá y los municipios circunvecinos requieren de una acción conjunta entre la Policía, el Invima, las secretarías de Salud y de Gobierno, y demás entes de control para frenar este delito que nunca antes había llegado a estos niveles en esa región.   Si usted tiene información sobre el caso, puede escribir al correo nomasabigeatoschoconta@gmail.com. O si quiere hacer una denuncia escriba a info@contextoganadero.com.   *Nombre cambiado para proteger la identidad de las fuentes