Se confirmó el desalojo definitivo de todas las personas que se encontraban de manera ilegal ocupando desde el pasado viernes la finca La Ponderosa, ubicada en zona rural de Curumaní, Cesar.
Según los propietarios, las personas que ocuparon ilegalmente la hacienda talaron 128 árboles de eucalipto para hacer cambuches.
El bien inmueble, que pertenece hace más de 70 años a la familia Chacón, fue invadido por primera vez el día viernes y posteriormente el lunes 26 de febrero, cuando un grupo de hombres sitió a los trabajadores y los obligaron a marcharse del lugar.
Una vez apostados allí, los invasores talaron 180 árboles para hacer cambuches, según informó a Agencia Periodística de Noticias, Luis Fernando Chacón, cabeza visible de los negocios de la familia.
Felicidad en medio de la incertidumbre
Precisamente, Luis Fernando Chacón y otro de sus familiares confirmaron la noticia, además, dieron a conocer algunas notas curiosas de este asunto, que puede ser uno más de tantos casos de instrumentalización de campesinos para este tipo de actividades abiertamente ilegales con el pretexto de presionar al Gobierno Nacional para que distribuya rápido la tierra que prometió en campaña.
«Me acaba de llamar uno de los invasores a pedirme disculpas, diciendo que gracias a Dios no pasó nada, que ellos se habían equivocado y no volverían a molestar más. Resaltaron también una cosa muy importante: la actuación asertiva de la Policía, el Mayor Martínez y el Intendente Sierra, la manera como dialogaban con ellos. Soy de los hombres más felices que hay en Colombia en este momento», comentó Chacón.
Agregó que durante el tiempo que estuvo ocupada ilegalmente La Ponderosa temió lo peor: que el proceso se dilatara en el tiempo y se hiciera necesario un mecanismo distinto al ejecutado por la Policía Nacional en estos casos.
“Nosotros acudimos a la Policía, estuvimos allá el domingo, hablamos con la gente y les comentamos que no queríamos tener ningún tipo de incidente violente, así salieron unas 18 y quedaron como doce personas. El lunes 26 acudimos nuevamente con la Policía para hacer el respectivo desalojo, pero no se pudo, no había nadie pero, desafortunadamente, anoche llegaron 10 personas”, relató el ganadero afectado.
Preocupación por citación del ELN
Es importante mencionar en este punto que la finca tiene una extensión de 200 hectáreas. Actualmente hay 50.000 árboles de eucalipto y tres nacimientos de agua que dan origen a la quebrada del Burro. Además, en este momento se encuentra bastante adelantado el proceso de venta con la Agencia Nacional de Tierras: ya tiene carta de viabilidad de la venta, comentó Luis Chacón.
Como si no fuera suficiente tener que lidiar con este tipo de eventos desafortunados y desgastantes desde todo punto de vista, aparecen nuevamente actores siniestros que en el pasado causaron mucho daño a la familia Chacón.
“Nosotros seguimos con la tradición ganadera de mi papá y en el año de 1998 el ELN nos robó 250 cabezas de ganado de la finca la Ponderosa de la cual estamos hablando, eso fue un golpe terrible, después se calmaron las cosas y hace como unos tres meses por ahí, me escribió un señor que el tal comandante Fercho del ELN, diciendo que tenía que hablar conmigo, pues yo con qué confianza voy a hablar con un tipo de estos”, denunció Luis Fernando Chacón.
En este contexto, varios de los hechos que se han presentado a lo largo de estos cinco días, devuelven al compungido ganadero a los funestos episodios vividos en el seno su familia por cuenta del accionar delictivo del ELN.
“En el año 1985, mi papá, Luis Carlos Chacón Quintero, fue secuestrado por el ELN, después, en el 88 volvieron a secuestrarlo con Daniel Dacosta. En el año 93 lo citó un comandante Chucho del ELN y porque no tenía 20 millones para que disque le prestaran, pues, como le parece que lo mataron, también mataron a un hermano que era abogado, el ELN también por dos millones de pesos unos sicarios ahí en el pueblo de Curumaní, tenía 33 años”, rememoró con cierto halo de preocupación y tristeza.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades del orden nacional para que le presten más atención a la periferia, pues, de acuerdo a información manejada por entidades departamentales, en el Cesar hay actualmente 42 fincas invadidas.