Esto se debe a las múltiples quejas de los ganaderos que han sido afectados por un animal sin identificar, que está matando a sus semovientes. También criticaron la gestión de la entidad en el manejo de los recursos hídricos. Ya han pasado 8 meses desde que empezaron a registrarse los ataques y ninguna entidad gubernamental ni autoridad ambiental ha actuado para detenerlos. El pasado domingo y lunes volvieron a reportarse dos casos en Simijaca y Susa. En diálogo con CONtexto ganadero, el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, Néstor Franco González, aseguró el pasado 30 de junio que se trataba de perros ferales. “Pensamos que son perros en la zona e incluso hemos pensado en la hipótesis que hay personas que quieren generar pánico en la comunidad y están soltando perros en las noches de forma premeditada para causar el daño”, señaló. (Lea: Ataques de misterioso animal en el Altiplano no cesan) Sin embargo, otra opinión tienen los habitantes del valle de Ubaté y Cundinamarca, quienes han sido los más perjudicados por este animal. Muchos aseguran que el estado en el que quedan los animales no corresponde a un ataque por caninos o felinos, como lo ha propuesto otro biólogo investigador. Luego de hacer varias necropsias, el médico veterinario y profesional del Fondo Nacional del Ganado, FNG, Ernesto González Cely, detalló el estado en que encontraron los cadáveres. “Los que hemos visto animales muertos por estos ataques notamos que les arrancan un gran pedazo de carne y los dejan sin una gota de sangre. A veces, cuando les pican un vaso sanguíneo, se encuentran rastros en el pasto, pero en la gran mayoría de sitios no se ven pozos de sangre”, indicó. (Lea: Nadie responde por los ataques de misterioso animal) Asimismo, otro tipo de hechos, como la ausencia de huellas, tanto de perros como de felinos, o que los asaltos se registren sobre todo en horas de la noche, han generado aún más incertidumbre entre los profesionales. También causa estupor que varias personas declararon haber visto un animal de mayor tamaño a un chulo, e incluso que hubo 2 ataques simultáneos a la misma hora en municipios diferentes, uno en Caldas, Boyacá, y otro en Cucunubá, Cundinamarca, separados por una distancia de 70 km. González Cely no se atreve a asegurar qué tipo de animal pueda ser, pues no hay ninguna prueba concluyente que le permita afirmar categóricamente si las características del ataque son propias de un canino, de un felino o un animal volador. No obstante, lo más frustrante para los habitantes de la zona es que no se ha hecho un estudio serio de los ataques. Muchos dijeron que parecía como si no quisieran hacerse responsables de la investigación. De un lado, los funcionarios de la CAR afirman que son perros ferales, sobre los cuales no tienen competencia al tratarse de animales domésticos, por lo que remitieron el caso a los comités del riesgo de cada municipio, “como si quisieran lavarse las manos”, dijo una persona que prefirió la reserva de su nombre. De otro lado, las administraciones municipales argumentaron que no cuentan con los recursos para adelantar ningún tipo de investigación. (Lea: Enorme murciélago sería responsable de ataques a ganado en Altiplano) “Los funcionarios de la CAR son los más inútiles. Los ganaderos reportan y ellos dicen que van a tomar nota, pero no revisan el tema con un protocolo con seguimiento”, aseguró otra persona que tampoco quiso revelar su nombre. El próximo 23 de agosto, el profesional del FNG organizará una mesa de trabajo para tratar de forma más seria y organizada este problema. En ella, participarán funcionarios del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, la CAR, las Secretarías de Salud y de Desarrollo Agropecuario departamentales, las Epsagros e investigadores de universidades. Abelardo Rodríguez, director del laboratorio de biodiversidad de la Universidad Distrital, empezará a acompañar la investigación de los ataques. El experto se abstuvo de señalar qué tipo de animal estaría atacando al ganado por no contar con pruebas científicas que lo respalden. “Hemos sido muy enfáticos en que debemos establecer una estrategia de monitoreo sistemático a fin de analizar las evidencias que hay con respecto a este fenómeno. Debemos organizarnos y crear un grupo interdisciplinario para hacer una investigación de carácter científico”, sostuvo. Otras quejas sobre la CAR Los ganaderos también se quejaron por la gestión de la CAR respecto a las fuentes de agua como la laguna de Fúquene y los ríos Teusacá o Suárez. (Lea: La CAR prohíbe a ganaderos hacer riegos en sus cultivos) “Los de la CAR sacaron multas por tomar agua sin concesión pero desaparecieron tan pronto como llegó el invierno. Los que cancelamos las mangueras y ya hicimos el primer trámite seguimos esperando la respuesta de ellos”, advirtió un productor descontento. Otros más tienen inquietudes sobre los planes ante un posible fenómeno de La Niña y unos más cuestionaron la efectividad de la entidad frente a los recursos que obtienen por parte de los productores. Si usted ha sido víctima de estos ataques o tiene alguna denuncia contra la CAR o cualquier otra entidad, puede contarnos su caso al email info@contextoganadero.com o en Twitter @Contganadero.