CONtexto ganadero conoció el caso de Cornelio Hernández, productor de La Guajira, quien aseguró que estos animales son una amenaza para el estatus sanitario de su predio, que limita con el suyo, pues podrían estar contaminados. Ante la crisis que vive el país debido a la fiebre aftosa, los ganaderos sienten temor por cualquier señal en sus animales que sea remotamente parecida a las que ocurren cuando se presenta la enfermedad. La razón es obvia, pues si se descubre que el ejemplar resulta infectado con el virus, debe ser sacrificado inmediatamente, acabando de un tajo con años de esfuerzo y dinero invertido. (Informe: Se cumple un mes del primer brote de fiebre aftosa) Los productores que están en la frontera con Venezuela o cerca de los focos de aftosa viven con ese miedo todos los días. No obstante, nadie siente la amenaza como Cornelio Hernández, propietario del predio El Porvenir, ubicado a 9 km de Riohacha. “Las autoridades están haciendo las incautaciones de ganado de procedencia venezolana y lo almacenan en una finca al lado de la mía. Además de eso, los sostienen largos períodos de tiempo sin ningún tipo de vigilancia, ni del ICA ni de nadie”, explicó. El ganadero manifestó su preocupación durante una reunión en días pasados con el gremio ganadero de La Guajira, en la que también estuvieron presentes funcionarios de la Gobernación, la seccional del ICA, el Invima y la Policía Fiscal y Aduanera, Polfa. Sin embargo, Hernández viene haciendo la denuncia desde principios del año, cuando advirtieron la entrada de camiones con los bovinos incautados en un predio contiguo al suyo. (Lea: Piden aclarar efectividad de la vacuna contra aftosa usada en Colombia) El ganadero se alarmó cuando conoció el origen de los animales, pero su inquietud aumentó por las diversas irregularidades que presenció en la finca. Además de que los albergan durante meses, no los alimentan de forma adecuada y han dejado morir a los animales en los potreros. “Se han muerto animales y esa osamenta hasta hace poco la recogieron. No se sabe las causas, si fue por falta de comida o por otra cosa, hasta el momento son desconocidas”, declaró Hernández. Para Darío Suárez, médico veterinario de la finca, los bovinos confiscados sufren de maltrato animal, porque no se les garantiza el alimento y tienen que salir a buscar, invadiendo en numerosas ocasiones los terrenos de El Porvenir. La preocupación es evidente, porque son animales que vienen de un país sin programa de vacunación contra aftosa y que podrían portar la enfermedad. (Lea: Diputados de Cundinamarca reclaman ayudas ante los 2 focos de fiebre aftosa) “De los animales que vienen de Venezuela, algunos presentan sintomatología externa y otros no, que serían portadores pasivos. Los funcionarios del ICA solo hacen una inspección visual, entonces cualquiera de esos pasivos podrían transmitir el virus”, aclaró Suárez. En efecto, si uno de esos animales tiene el virus, que se transmite fácilmente por el aire, podría contaminar los bovinos de este y otros predios, obligando a las autoridades a hacer el sacrificio de los animales en un radio de 5 km. El temor es aún mayor por la calidad de ejemplares que hay en El Porvenir. De acuerdo con Suárez, trabajan con ejemplares Simbrah de crías de toros Simmental alemanes, austríacos y estadounidenses. El ejemplar de menor valor cuesta alrededor de $6 millones. Pertenecen a la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Simmental – Simbrah y sus cruces, que ha avalado el trabajo desarrollado por esta finca. (Lea: “Pueden haber más focos de aftosa si Gobierno no actúa a tiempo”: Lafaurie) No obstante, toda la labor, el tiempo dedicado y el dinero invertido podrían perderse de un solo tajo si uno de esos animales incautados resulta contaminado. El médico veterinario confirmó que los animales son dejados hasta 4 o 5 meses en el predio, y que apenas hace unos días se sacrificaron algunos, mientras que otros siguen paseando por la finca, a unos cuantos metros. Además, cuando se dio el primer foco de aftosa en el país, fue la primera vez que vieron una máquina para cavar el foso donde deben sepultarse los huesos, pues solían dejarlos al aire libre y sin ningún cuidado. Suárez explicó que el dueño del predio recibe una compensación por cada día que deba guardar a los animales, y por esta razón continúan llevándolos a esa finca. Además se ha rehusado a arreglar la cerca para evitar el paso de los bovinos que buscan comida, a pesar de que el ganadero de El Porvenir le ha ofrecido el alambre y los medios para arreglarla. Solicitud del gremio y aclaración de la Polfa Milagro Ojeda Brito, presidente de la Asociación de Ganaderos de La Guajira, Asogagua, hizo un ferviente llamado para que las autoridades presten atención al caso. Además, manifestó su desacuerdo por la proximidad del predio donde albergan animales incautados a Riohaca. “La finca está en medio de otras certificadas, donde hacen las cosas bien. Como ya se comprobó que la aftosa proviene de Venezuela, de un anuncio del ministro Iragorri, entonces cómo van a decomisar a los animales y meterlos tan cerca de Riohacha”, protestó. Por su parte, Hernández señaló que no cuestiona el uso de la finca, sino que pide mayores controles sanitarios tal como deben hacerse para evitar la transmisión de enfermedades, como la construcción de una cerca que blinde su predio al paso de los bovinos incautados. De otro lado, el director de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), coronel William Valero Torres, afirmó que él organizó la reunión para comunicar las acciones que estaba haciendo la Policía en la lucha contra el flagelo del contrabando, y que allí se ventiló el caso de esta finca. Según él, la Fuerza Pública solamente se encarga de la parte operativa (el traslado de los animales), por lo cual la responsabilidad sobre el manejo administrativo y sanitario recae tanto en el ICA como en la Dian. Este medio intentó comunicarse con Jaime David Aragón, gerente seccional del ICA, o con el director seccional de Impuestos y Aduanas de Maicao, Orlando Javier Viloria Henríquez, pero hasta el momento de la publicación no fue posible el contacto.