El panorama de los habitantes de Vetas, Suratá y California es distinto desde que se delimitó el páramo y se convirtió en Parque Natural Regional. Atrás quedó la explotación ilegal de oro, ahora su actividad está en el campo, de ahí obtienen su sustento y el de sus familias.   El oro dejó de ser el principal sustento en esas 3 poblaciones santandereanas. Tras la delimitación del páramo de Santurbán, aquellos que se dedicaban a la minería ilegal han venido siendo apoyados por parte de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, CDMB, y el Ministerio del Medio Ambiente, con el propósito de que adelanten una nueva actividad de forma legal. (Lea: El Páramo de Santurbán, declarado parque natural y reserva natural)   Una de esas alternativas que están desarrollando los santandereanos ubicados en la zona es la ganadería. Así lo relató Angelmiro Cacua Molina, un habitante de Suratá de 53 años, quien dejó atrás sus días de minero para ser un pequeño ganadero dedicado a extraer leche para elaborar quesos.   Tímido y muy parco, Cauca Molina reconoció que sus días extrayendo oro no eran tan buenos. Confesó que como podía sacar varios gramos en una sola semana, podían pasar 5 o 10 días sin que encontrara una gota del preciado metal.   “Ahora tengo un pequeño hato con vacas normadas, son 12 animales con los que saco diariamente leche para nuestro consumo y algo más para cuajar y hacer queso. Son más o menos 2 libras al día las que produzco y que al final de la semana las llevo al pueblo para venderlas”, amplió el ahora ganadero. (Lea: 5 páramos del país tienen serios impactos ambientales)   Angelmiro aseveró que su situación económica ahora es más estable. Con lo que le produce su finca sostiene a su familia y vive sin la zozobra de no tener dinero durante varios días como ocurría en sus días de minero.   Apoyo gubernamental   El proyecto de transformación económica de la zona se ha venido implementando en 3 fases. Primero se hicieron diagnósticos sobre las propuestas que presentó la comunidad, luego se procedió a dictar capacitaciones entre los pobladores en aspectos como emprendimiento, administración y contabilidad, para que con la aprobación de las iniciativas, tuvieran herramientas suficientes para ejecutarlas. Actualmente, están en la última etapa que es la implementación   La CDMB está liderando esa última fase, entregando capital semilla para diversas ideas de negocio enfocadas en el sector pecuario como son la ganadería, ovinocultura, truchicultura, plantas aromáticas, producción de derivados lácteos y ecoturismo. (Lea: Presentan programa para proteger páramos y bosques en Boyacá)   Julio Roberto Camargo, coordinador de Gestión de Residuos de la Corporación y quien ha estado al frente de la implementación de los diversos proyectos, explicó que los recursos para fomentar la producción ascienden a los $1.138 millones, los cuales fueron destinados por el Ministerio de Ambiente ($1.000 millones) y la entidad ambiental ($138 millones). Esos dineros ya están siendo distribuidos en los 3 municipios santandereanos.   “Al principio hubo apatía por parte de la comunidad frente a estos procesos porque toda su vida habían sido mineros, pero a medida que se fue adelantando el trabajo se evidenció el interés por parte de los habitantes y ahora ya se están viendo resultados muy positivos. Los beneficiados valoran el capital semilla, quieren fortalecer el sector agropecuario y buscar otras alternativas de desarrollo”, expresó Camargo.   La preocupación que hay en la zona, según contó el funcionario, se centra en el tema del ecoturismo, ya que ante el interés de los habitantes por explorar esa alternativa económica, es necesario establecer regulaciones para que haya un manejo sostenible para que no se perjudiquen las lagunas y ecosistemas propios de la zona. (Lea: 40 personas se encargarán de reforestar Vetas, Santander)   Mientras concluyen las entregas, que se van a seguir haciendo durante este primer semestre del año, la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga va a seguir haciendo un acompañamiento desde la Subdirección de Gestión Ambiental Rural, mientras que la cartera de Ambiente da apertura a otra etapa del proyecto, que a su vez estará financiada por el Ministerio de Agricultura.