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Cuando la sequía de los pastos provoca ganas de llorar

por: - 31 de Diciembre 1969

En Córdoba la palabra que más se escucha de los ganaderos hace 8 meses es sequía. El verano azota la región y la escasez de alimento ha provocado la muerte de un gran número de bovinos.

En Córdoba la palabra que más se escucha de los ganaderos hace 8 meses es sequía. El verano azota la región y la escasez de alimento ha provocado la muerte de un gran número de bovinos.

Apelando a la recursividad, algunos ganaderos han decidido sacar sus semovientes a las vías para darles de pastar, tratando de evitar que mueran de inanición. Poco importa que los animales sufran estrés por el desplazamiento diario, que estén sujetos a sufrir accidentes viales o que los nutrientes de los forrajes que encuentran sean bajos.

“La situación más crítica está en la Ciénaga de Oro y San Pelayo. Las lluvias no caen como se esperaban y los pastos no se recuperan. Algunos pequeños productores llevan los animales a la vía pública, y eso puede traer accidentes”, manifestó Leonardo de Las Salas, coordinador de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero, URDG, de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en Córdoba.

Felipe Tadeo Begambre, profesional de Gestión Productiva y Salud Animal de Fedegán en la región, manifestó que en el municipio de Ciénaga de Oro, entre las veredas de Punta de Yanez y El Higal, es recurrente ver ganaderos con animales fuera de sus predios. (Lea: Ganadero, prepárese para afrontar el Fenómeno del Niño)

En estos momento las lluvias son escasas y la alternativa que tienen es pastar en las orillas de las vías”, enfatizó el profesional.

A los pequeños productores se les facilita mover desde una hasta 5 reses a orillas de carretera. Pero no es el caso de Petra Asis Guerra, ganadera de Guamo, en San Pelayo Córdoba, que tienen más de 200 animales que alimentar en su finca y al no tener suficientes provisiones ha visto morir varias de ellas.

“Se me han muerto más de 20 animales”, confiesa la ganadera que buscó las oficinas de Fedegán en Montería para suplicar ayudar, ya que el Gobierno, según afirma, ha tenido olvidado el campo en los últimos años.

La afectada señala que en su finca dispone de 4 represas, pero 3 de ellas se secaron. La cuarta en poco tiempo dejará de tener el líquido que hidrata las reses y el pasto.

Petra se ha visto obligada a pagar camiones de 250 mil pesos cada 2 días con concentrado y otro tipo de alimento para sus reses y envidia el verde que cubre algunas zonas en Cereté, mientras que en San Pelayo, el último aguacero no logró reverdecer los suelos. (Lea: En "cuidados intensivos" ganadería de la Costa)

“Acá la sequía de pastos provoca llorar de tristeza. En algunas zonas ya ha llovido, aquí cae un aguacero un día y luego no se siente el agua. Ya vamos en 8 meses de verano”, manifestó Guerra, quien esperaba que cambiara el panorama a favor de los ganaderos en abril pasado.

La productora que lleva 40 años en este oficio espera ayuda gubernamental y de los entes que atienden el sector productivo para que la zona costeña de tradición ganadera no se vea obligada a replantear la actividad.