La Federación de Ganaderos de Boyacá, Fabegán, y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, UPTC, se aliaron para constituir una red de productores de leche fresca en el Valle del Sote, cerca de Tunja, Boyacá.   La iniciativa nació del grupo de investigación Ideas de la UPTC y de su directora, Marlén Suárez Pineda. Son en total 25 ganaderos los que se asociaron para formar la Red Empresarial Ganadera del Valle del Sote, que comprende los municipios de Motovita, Cómbita y Arcabuco.   Según la directora del grupo Ideas, quien también coordina el proyecto de red empresarial, los talleres se aplican con el fin de hacer de la ganadería una actividad sostenible en 3 aspectos: ambiental, económico y social. Para esto, el grupo se basó en una metodología para la construcción de redes empresariales de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, ONUDI.   “Esta metodología prevé que, en primer lugar, tenemos que desarrollar una etapa de construcción de confianza entre los productores del territorio, que ya hicimos. Lo que sucede es que la gente, aunque esté produciendo en la misma zona geográfica, se conoce de cara sin saber nada de sus vecinos”, afirmó Suárez. (Lea: La fórmula para que la lechería colombiana sea una economía rentable)   Con este primer acercamiento, lo que se busca es que los productores se acerquen y compartan sus vivencias para identificar problemáticas comunes. Para ello, los ganaderos han asistido a varios talleres para conocerse y generar confianza.   Juber Bernal Niño, coordinador de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero del Fondo Nacional del Ganado, FNG, administrado por la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, ratificó que eso es algo habitual entre los ganaderos: “ Aquí la gente trabaja por su propio interés y no hay un objetivo común. No se dedican a desarrollar sus roles y a perseguir ese objetivo. En ese sentido, la UPTC está apoyando a la red de ganaderos, manejando todo el tema social. Las personas saben quiénes son los vecinos, pero no se conocen y no saben ni siquiera los nombres, entonces le estamos apuntando a eso, a conocernos primero también”.   Esa es la primera etapa. La segunda tiene que ver con el desarrollo de actividades conjuntas, es decir, de resolución de problemas comunes entre ellos. Por ejemplo, hacen capacitaciones para sembrar árboles (cercas vivas) o avena, de modo que tengan provisiones durante la escasez de pasturas, como la que se vive en esta época. También se enfocan en el manejo de forrajes o la producción de ensilaje.   La tercera etapa es la formulación de un plan estratégico a largo plazo (10 años), que será diseñado por los mismos ganaderos. El objetivo principal es ser más productivos en el negocio de la leche, según Jorge Quintero, ganadero de la zona.   “Queremos sacar un producto de buena calidad, a unos precios competitivos mientras que los costos de producción sean los mismos. Trabajamos de manera integral los 3 aspectos (ambiental, económico y social), analizando los costos de producción en cada finca, para poder montar un modelo de negocio de todos los productores”, manifestó. (Lea: Los ganaderos que no se asocian están ‘out’)   Los 3 coinciden en que la construcción de confianza entre los ganaderos es vital, sobre todo por lo que la coordinadora del proyecto llama la gestión del conocimiento: “Lo que saben unos ganaderos les ha permitido vivir experiencias y aprender de ellas, pero no las comparten. Eso me parece gravísimo. Hay unos que tienen aprendizajes muy importantes, valiosos, y el vecino de al lado podría aprender de eso. El primer paso para la construcción de confianza es la gestión del conocimiento, que haya un saber compartido porque eso hace mucho más eficiente la labor de todos”.   El profesional del FNG explicó cómo funciona la gestión del conocimiento: “La idea es saber qué tecnologías tenemos y cómo compartirlas. Uno de los propósitos de la red ganadera es que cada uno de los productores que la componen tienen una fortaleza en algo: algunos son agricultores, otros tienen la maquinaria, entonces si todos queremos esa tecnología y ese conocimiento, podemos intercambiar experiencias. Por ejemplo, las personas que tienen el conocimiento en los cultivos de avena, que la siembren, y nosotros los ganaderos estamos dispuestos a comprarla y a consumirla”. (Lea: Asociatividad, clave para tener éxito a nivel comercial)   Por su parte, Quintero se mostró muy agradecido con el proyecto. “Nosotros tenemos la fortuna de tener 3 estamentos que nos guían: la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Fedegán y Fabegán. Nos han apoyado mucho y nos han acompañado a todas las reuniones que hemos tenido”, dijo.