El pasado domingo 10 de diciembre concluyó la segunda campaña de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis del año. A diferencia de la primera, en esta ocasión no se reportaron aplazamientos por cuenta de los embates del invierno. Desde el viernes 27 de octubre hasta el pasado domingo, fueron 45 días intensos para las 86 Organizaciones Ejecutoras Ganaderas Autorizadas, OEGA, que realizaron la tarea, coordinadas por la Cuenta Nacional de Carne y Leche, CNCL, y el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA. Se trata del cuarto ciclo operado por la Sociedad Fiduciaria de Desarrollo Agropecuario, Fiduagraria, que administra los recursos parafiscales de los ganaderos, antes Fondo Nacional del Ganado. (Lea: Segundo ciclo de vacunación de 2017 inicia con dudas y traumatismos) Luego de la emergencia provocada por los brotes de fiebre aftosa en junio y julio, que ocasionaron la suspensión del estatus sanitario de Colombia como libre de la enfermedad por parte de la OIE, los ganaderos tenían los ojos puestos en esta campaña. Voceros del sector reconocieron la importancia de ejecutar el ciclo con las medidas más estrictas para evitar una crisis como la que vivió el país ganadero a comienzos del segundo semestre año. (Lea: Ganadero en Córdoba sostiene su denuncia por falta de vacunación) Por ejemplo, en Yacopí y Caparrapí (Cundinamarca), donde se presentó el brote más grave, muchos ganaderos denunciaron irregularidades en la ejecución del primer ciclo, en especial por la experticia de los operadores encargados de la tarea. En consecuencia, no solamente la CNCL designó a otra organización para cubrir a esa zona, sino que abrió una convocatoria para 27 proyectos locales más que, según fuentes cercanas al proceso, pudo haber sido motivada porque las anteriores OEGAs no lograron aumentar la cobertura. Esta elección fue criticada por los productores, pues los resultados se conocieron apenas 20 días antes de iniciar el ciclo, cuando una organización requiere de al menos un mes para elaborar la programación. (Lea: Caso de res que muere tras vacunación en La Guajira causa controversia) Si bien es cierto que cualquier cambio trae traumatismos, muchos han cuestionado la decisión del Gobierno de querer hacer borrón y cuenta nueva con la labor que desempeñaron la Federación Colombiana de Ganaderos y el FNG, que lograron erradicar la aftosa y obtener la acreditación como país libre. Ahora, los vacunadores no cuentan con el Sistema de Información Técnica, SIT, diseñado por Fedegán-FNG, para llevar los registros del proceso, mientras que ahora tienen un nuevo software que no arroja datos sobre coberturas o avance del proceso. De la misma forma, los comités y asociaciones podían llevar el registro de sus propias coberturas, que luego cotejaban con el ICA, pero ahora tienen que esperar hasta un mes y medio a los resultados oficiales para conocer el inventario bovino de su zona. Afortunadamente, a diferencia del primer ciclo del año, la campaña no se vio frenada por los embates del invierno y las OEGAs lograron cumplir con las vacunaciones, a pesar de algunos inconvenientes que se presentaron en departamentos como Boyacá, Córdoba y Valle del Cauca. Solo resta esperar las estadísticas oficiales, que seguramente serán publicadas por el ICA en enero del próximo año.