El 30 de junio de 2016 será la fecha que la posteridad señalará como el día en el que comenzó el despido masivo de personal del Fondo Nacional del Ganado, poniéndole así fin a una gestión que consiguió algunos de los logros más relevantes del sector.   Luego de que el pasado 27 de mayo la Superintendencia de Sociedades emitiera el auto en el que confirmaba la liquidación del Fondo Nacional del Ganado, FNG, era cuestión de días para que la gente empezara a ser notificada de su despido.   Según pudo establecer CONtexto ganadero, este 30 de junio casi 150 personas serán notificadas sobre su inminente salida de la entidad, un grupo al que le seguirán todos los funcionarios vinculados con el Ciclo de Vacunación que actualmente se adelanta, y que terminará con los encargados de ayudar en el proceso mismo de liquidación. (Lea: Se consuma atropello contra el Fondo Nacional del Ganado)   Tristeza, desolación, resignación, incredulidad, rabia, fueron solo algunos de los sentimientos que por estos días se agolparon entre los funcionarios del fondo parafiscal, que ven concluir así una etapa de vida en la que varios invirtieron muchos años de esfuerzo, trabajo y dedicación.   Lamentaron que el final sea de este modo, como por la puerta de atrás, casi queriendo ocultar la manera en la que se decidió poner fin a más de 22 años de trabajo, tiempo en el que consideran ayudaron a construir y cimentar las bases del sector ganadero colombiano y muchos de sus logros reconocidos a nivel nacional e internacional.   Fueron muchos los que no quisieron hablar, temían que su tristeza se reflejara en lágrimas y que ellas a su vez entrecortaran sus voces. Algunos en cambio consideraron impertinente decir algo a estas alturas, no quisieron correr el riesgo de que la rabia los hiciera pasar por imprudentes. Y otros, muy pocos, quisieron transmitir un mensaje a esos ganaderos que fueron su razón de ser por más de 4 lustros.   “Es inevitable sentir nostalgia, incluso algo de dolor, ver como en cuestión de meses decidieron que aquello que por tanto tiempo funcionó, resultaba ahora un estorbo y la herramienta perfecta para hacer ajustes de cuentas”, dijo con tristeza una de las personas que más años dedicó al Fondo Nacional del Ganado.   Al preguntarle por los logros obtenidos, por eso que valdría la pena destacar para no dejar en el olvido, solo atinó a bajar la mirada y afirmar que no se trataba ya de ello, que le parecía más importante agradecer a todos y cada uno de esos seres humanos que lo entregó todo para hacer de la ganadería una posibilidad real de vida digna. (Lea: "Liquidación del FNG es una demostración de abuso de poder del Gobierno”: Lafaurie)   Fue más allá y sostuvo también que “solo resta esperar que esto no sea más que una transición. Ojalá la entidad que decidan nos reemplace, las personas que lleguen a conformarla y las directrices que se tengan estén todas encaminadas a mejorar el trabajo que hicimos, en ningún caso lo contrario. De ello dependen 450 mil familias, al menos esas deben importar, ya que las de los más de 300 empleados que ahora salimos parecieron no contar”.   Con el mismo dolor e incluso más sentimiento habló Alicia Ortiz Camacho * una de las mujeres que más trabajo en pro de la ganadería hizo desde su puesto en la entidad, un puesto que le entristece dejar, pues desde allí fue testigo de excepción de programas como la erradicación de la aftosa, el fortalecimiento gremial, la asociatividad entre productores, entre otros.   Según expresó, “normalmente se dice que los hombres pasan y las instituciones quedan, algo que no aplica en este caso y eso lo más vergonzante de todo. Nosotros nos vamos porque nos toca, pero lo realmente lamentable es que se quiera desconocer todo lo que se hizo en estos años y que en ese afán se haya acabado con el FNG”. (Lea: Fondo Nacional del Ganado, 20 años de una gestión efectiva y transparente)   Destacó las calidades humanas del personal que dice adiós, gente que a pesar del maltrato e insultos recibidos por parte del ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia, trabajó sin queja e incansablemente por el sector.   “Acá nadie puede decir que dejamos de hacer, que paramos nuestras actividades o que hicimos algo distinto a cumplir con nuestro trabajo, pues esa calidad y profesionalismo fue la que nos permitió mantener siempre la cabeza en alto, recibir el agradecimiento constante del ganadero y dormir tranquilos, pues dimos siempre lo mejor de nosotros”, resaltó.   Rodrigo Jerez Artunduaga *, por su parte, se mostró noble. Afirmó que no caben acá envidias de ningún tipo y que aquel que piense o desee algún tipo de mal para quienes tomaron la decisión de liquidar el FNG sería mezquino, pues el trabajo ya está hecho y lo que viene es solo cuestión de mejorar y emprender nuevos proyectos.   “Nos vamos con dolor, con pesar, sí, pero también con la alegría de saber que lo dimos todo; seguros como estamos de que más y mejores cosas vendrán para cada uno de los que hoy salimos, dispuestos todos a comenzar una nueva etapa profesional y a aportar lo que sabemos”, manifestó. (Lea: 5 mentiras sobre el Fondo Nacional del Ganado que merecen aclaración)   Se van más de 100 personas, que al final serán cerca de 340, y con cada una se va una historia de vida, se va un individuo que desde su lugar ayudó a construir país, a fortalecer la ganadería; se va un grupo de trabajo que logró los mayores reconocimientos, se van, pero su legado quedó en los campos de Colombia, en cada predio donde hay una vaca y en el recuerdo de cada productor que sabe que fue el Fondo Nacional del Ganado el que lo ayudó a ser mucho más rentable y productivo.

* Nombres cambiado por solicitud de los entrevistados