Si bien los productores del sector agropecuario agradecen los programas adelantados con apoyo del Estado, la mayoría de veces los recursos son tan escasos y el impacto, tan limitado, que los beneficios se agotan pronto. Muchos ganaderos y demás trabajadores rurales coinciden en afirmar que las ayudas que reciben de iniciativas emprendidas por el Gobierno, se quedan cortas porque no responden de forma integral a sus necesidades. De hecho, conseguir este apoyo es una tarea titánica que apenas algunos obtienen a través de proyectos, y aun así parece una lotería, pues a pesar de los múltiples esfuerzos, muy pocos son recompensados. (Lea: Recursos para programa de asistencia técnica no son suficientes: ganaderos) Por fin, cuando llegan los recursos, los reciben incompletos. Por ejemplo, si los productores solicitan maquinaria agrícola o un centro de acopio, les falta el terreno para cultivar o siguen teniendo vías en mal estado. Alfredo Ospina*, líder de una cooperativa ganadera en Cundinamarca, explicó que aun cuando recibieron equipos como un tanque frío o una marmita para preparar yogurt, aún no pueden garantizar la comercialización. “Por ejemplo, en la industria láctea se necesita la cadena de frío. Nosotros vamos a salir al mercado, pero no tenemos una carretilla para transportar un producto tan delicado como los lácteos, que requieren vehículos refrigerados”, sostuvo. Ospina destacó que los miembros de su cooperativa se han beneficiado de planes como el Conpes lácteo o de proyectos ejecutados por empresas privadas con dineros del Estado. (Lea: Ganaderos afectados por invierno reclaman ayudas del Gobierno) “Una de las falencias que tienen las estrategias de recursos que coloca el Gobierno para ayudar al productor primario es que hay mucho ruido. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura asigna unos recursos, que ejecutan los operadores y solo al final, llegan algunas de esos dineros al productor. Quiero decir que muy buena parte del presupuesto del campo se queda en los operadores”, mencionó. Lo mismo opinan otros líderes gremiales cuyos gremios han logrado la aprobación de proyectos en planes como el Pacto Agrario o el Conpes lácteo. Por ejemplo, los afiliados de la Asociación de Ganaderos de Santa Ana, Magdalena, recibieron la maquinaria de Pacto Agrario a cuentagotas, una por una. En otro caso, Florentino Chacón, presidente de la Asociación de Productores de Leche de la vereda Sabaneca, Asosabaleche, en San Miguel de Sema, Boyacá, expresó su malestar por el Conpes, pues no se tienen en cuenta necesidades reales de los ganaderos. Contó que les ofrecieron un tanque frío de 750 litros a pesar de que hoy en día acopian 1.600 entre 16 de los asociados. Para él, no tiene sentido recibir un tanque de menor capacidad que beneficiaría apenas a 7 productores. “Ampliaron a 2 tanques de 750 pero si en este momento estamos comercializando 1.600 con 16 y somos 52, las expectativas de los demás asociados se quedarían por fuera. En este momento, estamos buscando un tanque para poder acopiar de 4.000 litros en adelante”, indicó. Ellos tampoco han obtenido equipos para mantener la cadena de frío, esencial para todos los productores. (Lea: Recursos del Conpes no han sido suficientes, según productores) “Esto naturalmente al interior de la asociación genera cierto malestar de que unos predios sí hayan recibidos beneficios y otros no. Desafortunadamente, no hemos logrado acceder a la cadena de frío, que sería un apoyo global a todo el gremio”, concluyó Chacón. Lo mismo ocurre cuando no se tienen recursos para garantizar la operación. Sucede en centro de acopio, en plantas de derivados lácteos o mataderos, donde se requiere pagar personal y servicios. (Lea: Proyectos ganaderos en Córdoba llevan años sin respuesta del Gobierno) Ospina contó el caso de una comunidad pesquera que luchó por construir su centro de acopio de peces, con un refrigerador de alta potencia para mantener fresco el producto y poder distribuirlo en más expendios. “El pequeño problema es que como no tenían un centavo, apenas prendieron el equipo y congelaron los primeros pescados, el consumo de energía se elevó exageradamente y les llegó la primera factura. Hasta ahí llegaron porque los compradores todavía no les habían pagado y ellos no tenían plata para pagar, entonces quebraron”, dijo. Para los productores, hacen falta planes más sólidos con recursos dirigidos exclusivamente a los gremios y sus afiliados, de manera que puedan invertirlos de acuerdo a sus propios requerimientos. *Nombre cambiado a petición de la fuente