La Unidad de Planificación Rural, UPRA, inició acercamientos con las entidades que hacen parte de la Mesa Nacional de Ganadería Sostenible para definir qué regiones de Colombia se podrán destinar para la actividad pecuaria. Durante el 2º Foro de Ganadería Sostenible, realizado por el Proyecto de Ganadería Colombiana Sostenible, GCS, la UPRA anunció que dará a conocer un mapa del uso del suelo para ganadería en 2018. Ricardo Siachoque, profesional especializado de la Dirección de Uso eficiente del suelo y adecuación de tierras de la UPRA, señaló que la entidad ha trabajado en el último año en sacar adelante los mapas que iniciaron en 2015 de productos agrícolas como el caucho, el cacao, la palma de aceite y el arroz bajo riego, así como 8 hortofrutícolas como la piña y la papaya. (Lea: Malestar entre ganaderos por publicación frente al uso del suelo) “El trabajo de ganadería estaba programado para iniciar en el segundo semestre de este año. En el último trimestre estamos afinando la línea base para tener un listado de tipos de utilización de tierra, TUT, porque la parte ganadera es extensa”, aseguró. El objetivo de la UPRA es evaluar los hatos en función de la relación entre el suelo, la planta y el animal. Con esto, la UPRA pretende hacer un análisis completo del suelo y seleccionar las especies forrajeras adecuadas, si es para una gramínea, una leguminosa, un sistema silvopastoril. (SAC: “Acá el problema no es la tierra, sino qué hacer con ella”) En esta línea, se desarrollará una labor dirigida a la fertilización y enmiendas requeridas que aumenten la disponibilidad de nutrientes para los forrajes elegidos. Esto incluye una suplementación mineral y proteica que complete su esquema de requerimientos de nutrientes para el crecimiento, la producción y la reproducción de los animales. El funcionario aclaró que no se trata de decir si un suelo es apto para la actividad como tal, sino qué tipo de planta se puede sembrar. Por ejemplo, si en un determinado predio funciona más una leucaena o una brachiaria, o una combinación de las 2. Por eso insistió en que la ganadería no se trata de delimitar las zonas donde se puede ejercer, pues el suelo ganadero tiene múltiples usos. En este sentido, se enfocarán en el sistema de producción, sea carne, leche o doble propósito, y en el tipo de ganadería, si es bovina, bufalina, porcina u ovinocaprina. (Lea: Ganaderos de Tolima, preocupados por uso del suelo para el sector) “Estamos trabajando este tipo de zonificaciones a nivel nacional y a nivel departamental, se están haciendo convenios con Cesar, Atlántico, Antioquia, Tolima y Quindío. Ya realizamos un proyecto en Cauca y el Catatumbo, en Norte de Santander”, precisó Siachoque. Esta concertación por regiones permite priorizar una o varias cadenas productivas en cada una, pues es bien sabido que unas zonas del país se especializan en unos cultivos más que en otros. El funcionario de la UPRA habló del interés del Cauca en producir quinua o de la Costa Caribe en el coco, alimentos que no resultan importantes a nivel nacional pero sí local. Esto con el fin de apostar por el incremento de la productividad y la exploración del mercado internacional. En esta iniciativa, las Gobernaciones apoyaron la priorización de estos productos con el fin de potenciar las economías de cada región. (Lea: La ganadería intensiva se puede hacer con poca tecnología) A propósito de las observaciones que han hecho los productores sobre este ejercicio, según las cuales el terreno disponible para la ganadería se vería reducido de forma dramática, Siachoque aclaró que la finalidad es tratar de hacer más rentable la ganadería en espacios más pequeños. “Queremos aumentar el número de cabezas por hectárea. Entonces, o bien los ganaderos pueden tener más animales en las tierras que no van a ser utilizadas o las pueden reconvertir a otros productos que les pueden dejar utilidad. No se trata de disminuir por disminuir, es meter la ganadería en una producción sostenible y rentable”, indicó. Por último, Siachoque afirmó que a finales de 2017 contarán con TUTs definidos a nivel nacional con cartografía de aptitud de uso con el objetivo de consolidar una política pública para el uso del suelo en ganadería en 2018.